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Mañana comienzan los alegatos del juicio por el femicidio de Araceli Fulles

Después de seis semanas de juicio y terminada la etapa de declaraciones y presentación de pruebas, mañana y el jueves se desarrollarán los alegatos en el Tribunal número 3 de San Martín.
Son ocho los imputados por “homicidio agravado por el femicidio y por la participación de dos o más personas”. Casi trescientos testigos pasaron por el tribunal para declarar y prevén que el juicio se extienda por lo menos dos semanas más a la espera de fecha de sentencia. Organizaciones transfeministas de San Martín que acompañan a la familia convocaron a movilizar al tribunal de la calle Eva Perón al 2500 a las nueve de la mañana.

El tribunal está integrado por los jueces Martín Klobovs, Carolina Martinez y Anibal Bellagio. La fiscal de juicio es Mariana Piwarczuk, mientras que el abogado Diego Szpigiel representa a la familia de Araceli.

Son ocho acusados, Hernan Rodrigo Badaracco, Carlos Damian Cassalz, Hugo Cabañas, Carlos Antonio Ibarra, Marcelo Escobedo, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Manuel Avalos. Todos imputados por “homicidio agravado por el femicidio y por la participación de dos o más personas”, delito que prevé la pena máxima de prisión perpetua.

Un día antes del comienzo del juicio uno de los imputados, Carlos Damian Cassalz, el dueño del corralón donde se cree que Araceli fue asesinada, fue detenido mientras se acercaba a un centro de votación. La detención se produjo porque semanas atrás, la mamá de Araceli, denunció haber recibido a su celular un video intimidatorio del imputado Cassalz portando una ametralladora. “Pero no les tengo miedo, a mi ya me mataron”. dijo Monica.

Otro detenido fue Hugo Cabañas cuando, el segundo día del juicio, intentó ingresar a la sala de audiencias con una faca. Actualmente también llega a esta instancia detenido el imputado Marcelo Escobedo.

Araceli fue vista por última vez el 2 de abril de 2017 en una plaza cercana a la casa donde su cuerpo fue hallado 25 días después, víctima de femicidio y enterrada bajo una loza. La casa pertenecía a la mamá de Darío Badaracco, principal sospechoso y el único que en ese entonces quedó detenido y que durante su detención fue asesinado en la cárcel.

Sobre la pared del tribunal siguen intactas cientos de fotos de Araceli que aquel 13 de septiembre, día en que comenzó el juicio, sus amigas y familiares pegaron. Y todo indica que, hasta que no sea justicia, no se moverán de allí.

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