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3F: “La gente ya no compra como antes”

A raíz de la pandemia que azota al mundo, la actividad comercial se vio fuertemente afectada. En Tres de Febrero varios locales han cerrado sus puertas y otros luchan por mantenerse en pie y subsistir a la crisis con las ayudas que brinda el Estado y mucho esfuerzo.

“La gente ya no compra como antes, porque en vez de pagar una cerveza se guardan la plata para comer”, explica Melina, dueña de una cervecería en el barrio de Sáenz Peña, partido de Tres de Febrero. Ella abrió el negocio en el 2019 con gran éxito hasta que llegó el Covid-19, y todo cambió. El caso de ella es el caso de muchos, que se vieron obligados a cerrar sus puertas durante los primeros meses de la pandemia, y recién en el transcurso del último mes pudieron reabrir con muchas limitaciones.

Según el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), son 11,7 millones de personas quienes están en la pobreza y 3 millones de personas en la  indigencia.

La situación económica es desbordante y en los comercios esta realidad se vive a diario: “No sólo no compran como antes, sino que es muchísima la gente que viene a pedir alimenos y ropa. No pasa un día que no vea familias enteras buscando comida en la basura”, cuenta con amargura Federico, dueño de una pescadería en el mismo barrio.

Dentro de los derechos fundamentales de nuestra Constitución, se encuentra el derecho de acceso a una vivienda digna. Sin embargo, son demasiadas las familias sin hogar dentro del partido de Tres de Febrero que están en estado de indigencia, sin techo o con uno muy precario, sin trabajo, sin changas y sin siquiera poder acceder a los planes sociales vigentes (Asignación Universal por hijo o embarazo, IFE, jubilación). Estas personas se encuentran en la intemperie, sin protección estatal y sólo con alguna mano vecina que ayuda con lo que puede.

“Es una vergüenza la suba de precios constante que estamos sufriendo, las frutas y verduras están carísimas, nos están matando de a poco”, reclama indignada Sofía, quien atiende una panadería en Tres de Febrero, y agrega: “Antes la gente venía y compraba de a kilos, ahora gracias si compran uno o dos panes para zafar en el día”.

En los jardines de infantes estatales del partido se entregan, una vez por mes, bolsones de leche y comida, que en varias ocasiones llegan en mal estado y no cubren con las necesidades básicas. Otra de las ayudas que brinda el Estado para paliar la situación del hambre es la Tarjeta Alimentaria, que se entrega a las personas que reciben la Asignación Universal, y se recarga con $4000 para las que tienen un hijo o con $6000 si tienen dos o más. 

El IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) se entrega cada dos meses y alcanza la suma de $10000. Es de gran ayuda y así lo cuenta Ignacio, emprendedor gastronómico de Tres de Febrero: “Gracias al IFE me pude comprar un horno pizzero, que era lo que necesitaba para emprender desde mi casa, porque por la pandemia me quedé sin trabajo”.

Según el INDEC, la canasta básica total para una familia compuesta por dos adultos y tres menores es de $46.079, suma a la que no llega ni la mitad de la población. Por eso los números son alarmantes, porque más que cifras son personas sufriendo carencias mortales. 

Fotos: Andres Cardoso

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