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A los 95 años Delia Giovanola, fundadora de Madres de Plaza de Mayo, dijo que votar la “hace sentir joven”
Delia Giovanola (95) vive en San Martín “desde el año ‘68”, cuando vino de la ciudad de La Plata, recién casada. Zorzal Diario acompañó a la maestra y fundadora de Madres de Plaza de Mayo a votar al Colegio José Aguer, ubicado en Villa Ballester. “Es muy importante para mí, como Argentina y docente, poder ir a las urnas hoy”, expresó.

Cuando la llamamos por teléfono para avisarle que la esperábamos en la puerta, Delia pregunta si habíamos hecho sonar el timbre. “Me pareció raro no escucharlo”, dice. Era cierto, no lo habíamos tocado. Su lucidez es infinita.
La puerta del ascensor se abre, y otras dos puertas de vidrio brillantes, bajo un sol pleno de mediodía de noviembre, nos separan de ella. Camina unos metros entre los autos y edificios que espejan los vidrios. Nos quedamos ahí, quietas, viendo un capítulo de la historia avanzar hacia nosotras. No es lenta ni está cansada, aunque cada tanto nos recuerda que está vieja y sus historias son “de la prehistoria”.
“El voto para mí es una obligación como argentina y como docente”, dice ya en el auto, camino a la escuela donde el padrón indica que emitirá su voto. También nos cuenta que fue durante muchos años directora de una escuela de la zona, y que aún se ve con “sus maestras” de esa institución, como llama cariñosamente a sus ex compañeras.
Durante el trayecto nos comparte la historia de gran parte de su familia que aún vive en La Plata, donde su abuelo llegó desde Italia, en plena fundación de la ciudad, en busca de trabajo. “Era escultor, vino con mi padre y el resto de sus hijos a hacer obras. De hecho, el águila que está en la Plaza Italia la hizo él”, afirma. Mientras conversa, Delia se encarga de mandar mensajes de texto a sus familiares y maniobrar su “Ferrari” roja, como le dice al andador que hace aún más ligero su firme andar, y combina perfectamente con la bolsa donde lleva el celular.

En la puerta de la escuela se encuentra en el padrón y no pide que le bajen la urna. Sube el primer escalón y ya no se detiene hasta llegar arriba. Rápida y certera. “Soy un bicho raro, ya sé”, se ríe.
En el 2015 Delia recuperó a su nieto, Diego Martín Orgando, uno de los ciento treinta nietos apropiados durante la última dictadura Cívico-Militar que ya recuperaron su identidad gracias a la lucha incansable de Abuelas de Plaza de Mayo y organismos de derechos humanos. Maestra de vocación y profesión, en el 2019 el Municipio de San Martín inauguró el Centro de Cuidado Infantil Abuela Delia Giovanola en su honor, y este año fue declarada Doctora Honoris Causa por la Universidad de San Martín.
Abre la puerta del cuarto oscuro, sale ligera e introduce el sobre con su voto en la urna. Antes de firmar el padrón, se detiene un momento, respira y mueve la lapicera al lado de su número de documento. Parece que faltaran números: tiene siete cifras y la primera es un 1.

Una vez fuera de la escuela, mientras le manda una foto votando a su nieto por Whatsapp, nos comparte sus expectativas para los tiempos que vienen: “Me gustaría que la gente pueda vivir en paz. Y que se sienta satisfecha y activa con esta oportunidad de elegir a sus representantes. Con 95 años no es fácil cumplir con el deber cívico, y es importantísimo para mí haber podido dar este paso. Votar me hace sentir joven”.