Denuncian por negligencia a médicos del Hospital Belgrano
Miguel, afiliado al PAMI de 75 años, fue mal diagnosticado y a partir de eso estuvo internado más de diez dias. Al salir de alta su estado de salud quedó muy deteriorado, hasta sufrir una nueva internación. Su hija Verónica hizo la denuncia y en diálogo con Zorzal Diario señaló: “Las altas demoras en el servicio de ambulancia estatal ponen en peligro la vida de cualquier paciente”.
Miguel llegó la primera vez a la guardia del Hospital Belgrano y fue diagnosticado por una “infección urinaria y por una neumonía leve”, según consta en el primer diagnóstico clínico. Luego de medicarlo con antibióticos para dichas afecciones, le dijeron que se vaya a su casa. Al no mejorar su estado de salud, el 2 de junio quedó internado. Con estudios más exhaustivos finalmente le dijeron que no se trataba de una neumonía, sino de una infiltración en el pulmón, porque lo que en principio se dijo que era una infección urinaria era en verdad una infección renal. De ahí en más, Miguel estuvo 13 días internado.
“Antes de quedar internado mi papá caminaba, hablaba, no necesitaba ayuda para manejarse en la cotidianidad. Cuando le dan el alta, sale del hospital sin poder caminar solo, ni hablar, usando pañales, y muy deteriorado física y anímicamente”, contó Verónica a Zorzal Diario.
La vecina de San Martín también denuncia que encontró “muchas irregularidades” en su caso. “Nos iban dando todos los días un diagnóstico diferente. Si no sabes lo que tiene, no lo podés medicar”, expresó angustiada, y siguió: “Hablé con el director del Hospital, porque mi papá necesitaba la estimulación de un kinesiólogo, ya que después de tantos días en cama perdió mucha masa muscular y se le iba dificultar volver a su vida habitual. Si yo no lo pedía, no sé lo iban hacer”.
Otra de las irregularidades que cuenta, es que cuando recibió el alta, en la epicrisis no le dieron indicaciones para tener pautas de alarma. Según la mujer, le dieron el alta “para sacárselo de encima.”
Una vez en la casa, cada día que pasaba le costaba tragar la comida, se ahogaba al ingerir líquidos, y no tenía fuerzas. Volvieron a llamar a una ambulancia y tuvieron que esperar 8 horas a que viniera. Se lo llevaron y sigue internado hasta el día de hoy.
“Está internado desde el 11 de julio. Perdió peso, masa muscular, se le hicieron escaras. Cuando pedí que le pongan un colchón antiescaras, las enfermeras me dijeron que no tienen tiempo, ni personal para cambiarlo. Ahora, los médicos me dijeron que tiene parkinson, y según gente profesional que conozco en un mes no te puede agarrar parkinson. Esta enfermedad es progresiva y la diagnostica un neurólogo”, explica.
Siguiendo su relato sentencia: “No sabemos a quién recurrir, si lo queremos sacar para llevarlo a otro lugar conlleva muchos trámites burocráticos, te lleva tiempo. Es la vida de mi papá la que está en juego.”

