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Futuro San Martín presentó el proyecto de Nocturnidad Segura

La urgencia acelera y exhibe una seguidilla de nombres, de cuerpos jóvenes que no supimos cuidar. Fernando Baez Sosa, Melina Romero, Martín Castelucci, Cromañón, Time Warp, las 24 víctimas de la cocaína adulterada el verano pasado.  La lista podría seguir. En el patio del Club de la Música, en Villa Ballester, personas de todas las edades se repartían anoche las últimas sillas disponibles, mientras otros se sentaban en el piso, y algunos se quedaban de pie, para asistir a la presentación de “Nocturnidad Segura”, un proyecto de Futuro San Martín.

Abrió el evento la concejala Carolina Pedelacq (Frente de Todos), una de las autoras del proyecto para San Martín, quien presentó a los invitados. Primero, a Pablo Ferreyra, ex legislador y creador del ToxiBot, y a Victoria Dobal, experimentada gestora cultural de San Martín y autora también del proyecto. A su lado también se encontraban el diputado nacional Eduardo Toniolli, cuya firma encabeza un proyecto de ley para la creación de una agencia nacional de nocturnidad, y su par Leonardo Grosso, ya presentado como candidato a la intendencia.

El proyecto de nocturnidad -que será presentado en los próximos días- está pensado desde las características de San Martín, y busca construir estrategias de cuidado colectivas con todos los actores. La Cámara Gastronómica se puso a disposición desde un primer momento, para interpelar en conjunto al Estado, desde una perspectiva de la salud y no dejar la seguridad de la noche librada a las fuerzas de seguridad.

Pedelacq contó que el proyecto se viene gestando desde 2014, cuando luego del asesinato de Melina Romero se comenzó a pensar con anteojeras de género en los modos de habitar la nocturnidad.  La concejala, que también es docente, señaló que con el homicidio de Fernando Baéz Sosa se terminaron de condensar algunas de las necesidades de la sociedad, sobre las violencias, los abusos y el espacio vacío que ha dejado el Estado, y que es necesario ocupar colectivamente, para no dejarlo librado al mercado.

Campaña Nocturnidad Segura

El mapeo es una de las primeras acciones que propone la Campaña Nocturnidad Segura, para ir incorporando cada vez más bares, más espacios, que estén identificados como lugares que son parte de una red de cuidados y que actúan según protocolos en común ante situaciones recurrentes. Esto implica la formación del personal y acciones callejeras de difusión de derechos. También se buscará consolidar el funcionamiento de postas a donde acudir.

“Las políticas públicas tienen mucho para aprender de las acciones de las organizaciones para contrarrestar esta situación de violencia, de consumos excesivos, de descuido a donde han dejado el mercado y el Estado a nuestros pibes y pibas que transitan la nocturnidad”, dijo al respecto Leonardo Grosso.

“La ordenanza propone crear un programa, plantea el mapeo y los protocolos, porque recoge la experiencia feminista de ir a la barra para decir ´quiero este trago´ y que la persona que atiende ya sepa que estás sufriendo una situación de violencia. Y así debería ser en todos los boliches, quieran o no quieran, porque el cuidado es una responsabilidad de todos, y cuando nosotros regulamos, obligamos a los privados”, remarcó.

Grosso agradeció a las organizadoras por impulsar el tema, y por saldar algo que faltaba en el debate público alrededor del crimen de Fernando Báez Sosa, porque “lo que inundó la discusión pública fue el después, pero en la conversación pública faltó pensar qué hacemos antes para no llegar a esa situación”, apuntó. El eje de la propuesta es la prevención. “Queremos poner una vez más esta reflexión arriba de la mesa, y llegar antes”, dijo.

“San Martín es un lugar donde históricamente hay nocturnidad. Están los boliches de presidente Perón y Ayacucho, y se creó todo este polo gastronómico en Ballester que empezó a generar una movida distinta. Y aparecieron unos lugares hermosos como el Club de la Música y otros más, que son parte de una transformación de la nocturnidad en otra cosa”, describió.

“Pero, a pesar de que acá también nos pasó de todo, el Estado no construye. Y lo que fuimos construyendo nosotros, desde el autocuidado, lo pudimos ir haciendo de a poquito. Acá las compañeras feministas construyeron protocolos, para una nocturnidad amigable, con redes de cuidado en espacios seguros. Para las mujeres, las feminidades, para las diversidades, los pibes en general, para los artistas, porque la noche también es un espacio de arte, cultura, expresión”, resaltó el diputado.

Y agregó: “Este tipo de estrategias son las que queremos estabilizar, institucionalizar en los espacios, para poder construir una noche más segura, y por lo tanto, también una ciudad más segura y más justa”.

La Agencia Nacional de Nocturnidad

Luego, desde la zona sur de Rosario llegó a San Martín Eduardo Toniolli, militante con raíces en Hijos, concejal por muchos años y actual diputado nacional, que presentó hace pocas semanas un proyecto para crear una agencia de nocturnidad.

El proyecto nació de una propuesta de Oscar Castellucci, papá de Martín, asesinado en 2006 por un patovica de un boliche muy reconocido en ese momento, La Casona de Lanús, luego de que defendiera a un amigo suyo, que había sido discriminado. Oscar construyó una asociación civil, un programa de radio, una ley que creó el registro nacional de patovicas en 2008 y actualmente esta nueva ley. Ambas tienen en común que buscan que la relación con los espacios que abren sus puertas de noche no quede sólo en manos de los municipios, sino que también se articulen con recursos disponibles en agencias nacionales, de otro nivel del estado.

El diputado señaló que hay muchas políticas públicas que rozan la nocturnidad o la abordan parcialmente, “pero están todas dispersas, inconexas, y ni siquiera se puede mensurar si son o no efectivas”. La Agencia de Nocturnidad busca hacer más eficientes los recursos que el mismo Estado ya destina al tema, y reunir en un mismo espacio a Sedronar por consumos problemáticos, Injuve que refiere a una franja etaria, el INADI que refiere a discriminación, el Ministerio de Seguridad de Nación y Provincias, el Ministerio de Trabajo y AFIP por las condiciones de los trabajadores/as de la noche.

“Las políticas que existen, cuando están inconexas, tienen una baja efectividad. Que haya un ámbito de articulación permite que haya una política coherente, que involucre a los distintos niveles del Estado, desde las habilitaciones municipales hasta todos los organismos que nombraba”, argumentó. “Y además -agregó- se creará un Concejo Consultivo de la Sociedad Civil”, que haga parte a todos los actores.  

Toniolli enfatizó que “no se trata de estigmatizar ningún rubro, ningún laburo, ninguna empresa y lo peor que podemos hacer es negar que es un negocio que necesita condiciones para sostenerse en el tiempo y una regulación que cuide a las personas, la convivencia, etc”.

Sin embargo, trajo el caso de Pichón Escobar y Bocacha Orellano, dos pibes que fueron asesinados “en el marco de boliches donde se mezclan personal de seguridad privada y policía, con complicidades mutuas, y el gran problema para esclarecer era que no había un registro formal de quiénes estaban trabajando”. Y completó: “El desamparo es algo que se repite cuando uno habla con víctimas y familiares de víctimas de esta nocturnidad”.

Autocuidado y reducción de daños

Pablo Ferreyra, ex legislador de CABA y hermano de Pablo Ferreyra, recordó la situación de Time Warp, “una fiesta electrónica en la que en 2016 murieron varios jóvenes y se supo luego que fue por policonsumos, y no sólo por una pastilla de éxtasis”. En su trayectoria, desde ese momento empezó a pensar alrededor de la importancia de la intervención del Estado y la responsabilidad empresaria también en la promoción del autocuidado.

Si bien el reclamo al Estado en el desarrollo de políticas con mayor presencia, estuvo presente en su discurso, también reconoció que el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires emitió una alerta sobre una pastilla adulterada, por primera vez en la historia, a través del ministerio de Salud, que se basó en un hallazgo del estado uruguayo. Es decir, el Estado cuidando desde una perspectiva no punitiva.

Para Ferreyra, el desafío es coordinar pequeñas acciones para construir una red de cuidados.  En ese sentido, con un “amigo programador” desarrollaron un bot, que se llama Toxi Bot, que aparece como un contacto en el whatsapp para acompañar con información a usuarios recreativos de sustancias psicoactivas. “Lo que pase entre ustedes y el bot, nadie lo sabrá”, prometió.

El derecho al disfrute

Victoria Dobal, otra de las autoras del proyecto y gestora del Club de la Música, remarcó que una noche segura se construye en la práctica, con espacio de diálogo con trabajadores, músicos, artistas, “y el público que asiste a este tipo de espacios” que participa habitando el espacio, “que no es considerado un mero consumidor”. Además destacó que no se resuelve expulsando a nadie, porque esa persona expulsada termina en el espacio de al lado, y el problema no se resuelve pasándoselo a otro, ni con castigos. Por eso, lo interesante del proyecto que llevará la firma de Pedelacq, consiste en escuchar a todos los actores, pero principalmente el relato de la persona que no se siente cómoda.

También hay proyectos interesantes como el expendio de agua. “Si hay una persona que no está en condiciones de seguir comprando en la barra la vamos a cuidar y le vamos a decir que no, que mejor tome un poco de agua”, ejemplificó.

Por último, comentó la importancia de darse estrategias de autocuidado. “La señalética en el espacio, por las dudas, el derecho al goce, al ocio, a transitar sin miedo. Las guías de acción o protocolos tienen que estar basados en la empatía”, concluyó.

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