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A un año de la droga adulterada: “Todo quedó en la nada”
Este miercoles se cumple un año de los hechos acontecidos con la circulación de cocaína adulterada en barrios de San Martín y Tres de Febrero que dejó un saldo trágico de veinticuatro muertos, y un centenar de personas hospitalizadas por intoxicación. La noticia estuvo en la agenda de los grandes medios por varios días. Zorzal Diario dialogó con el Padre Adolfo Benassi, quien acompaña espiritualmente a las comunidades que viven en el Área Reconquista, para conocer qué se sabe del caso y cómo continúa el accionar del narcotráfico en los barrios.
El silencio de aquella madrugada del 2 de febrero del 2022 fue interrumpido por el ruido de corridas y gritos. De fondo, se podía escuchar el sonido de varias ambulancias entrando y saliendo del barrio Lanzone. También se podían ver uno, dos, tres patrulleros, que dejaban una polvareda a su paso. En los pasillos se especulaba por los motivos. Esta escena se repetía en distintos barrios de San Martín y Tres de Febrero. Pronto comenzaría a circular la versión de que se había vendido cocaína adulterada en Puerta 8.

“Ese día coincidió con el día de la Virgen de Candelaria, estábamos con todos los preparativos para el festejo”, cuenta el Padre Adolfo Bernassi , al recordar cómo se enteró de la noticia aquel día. “Empecé a recibir llamados de los vecinos contándome que había chicas y chicos muertos en las calles, y en otros casos, intoxicados. Había mucha incertidumbre en un primer momento”, agrega.
Las personas que habían consumido la droga adulterada con carfentanilo, un poderoso opioide, fueron trasladadas a diferentes hospitales de los partidos bonaerenses de Tres de Febrero y San Martín. El Padre Benassi se acercó al Hospital Bocalandro para obtener información de la situación y contener a las familias afectadas.
Sobre el hecho que dejó al descubierto el alto consumo de drogas en los barrios, reflexiona: “El trasfondo del consumo de drogas tiene que ver con problemas estructurales que se vienen acarreando a lo largo de la historia en los barrios populares: la pobreza, la marginalidad, y la falta de educación.”

Hace un año, Zorzal Diario hablaba con un vecino testigo de lo ocurrido en Lanzone: “Un familiar mío apareció tirado en el barrio. Creíamos que estaba muerto, pero lo revivieron en el hospital. El parte decía ‘muerte cerebral’, luego nos dijeron que se trataba de una intoxicación.”
El vecino, que prefirió mantener su identidad en el anonimato, dijo entonces: “Durante el día fuimos escuchando distintos casos. Como el de cuatro pibes dentro de un auto, de los cuales tres estaban agonizando y uno muerto. En Villa Curita aparecieron unos cuantos muertos más, y otros que estaban con retortijones pero no querían ir al hospital.”
Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, había declarado ante la prensa que la banda del condenado capo narco Miguel Ángel “Mameluco” Villalba y su hijo Iván tenían relación con la causa de la droga envenenada.

Por el hecho, se intervinó la comisaría 5ta de Billinghurst con serias sospechas de que personal policial estuvo implicado por “acción o por omisión”, y también hubo cinco detenidos, quienes pertenecían a los estratos inferiores de la cadena de comercialización de drogas.
“No van a ir a buscar a los que tienen que ir a buscar, cayeron los boludos que venden ahí, los últimos eslabones de la cadena. Esto genera mucha plata. Nosotros los vecinos no podemos organizarnos ni decir nada porque después te matan a tiros. Y nadie nos protege”, declaró el vecino.
Actualmente, la causa se encuentra en el Juzgado Federal 2, a cargo de Alicia Vence, y el fiscal del mismo fuero, Paul Starc.
Consultado sobre la investigación, el Padre Adolfo responde: “Hasta lo que yo sé, todo quedó en la nada. No hubo ningún avance”. Y prosigue: “Después del hecho hubo varios enfrentamientos narcos en los barrios, que dejaron muchos muertos. A raíz de estos episodios, aumentó la presencia policial, por lo que los narcos comenzaron a cuidarse un poco más.”

A un año del lamentable hecho, Bernassi alienta a la comunidad a trabajar en conjunto para combatir la droga en los barrios. Por último, concluye: “Esto nos tiene que doler como sociedad. Sería muy triste que lo naturalicemos, esto paraliza, es un problema que debemos enfrentar entre todos, por eso es clave apuntalar a los débiles. Es un trabajo de todos los días”.