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Barrionuevo a Macri: “Ojo con los sindicatos”

Coronó el peor momento de la relación del Gobierno con la CGT.  El jefe de la CGT Azul y Blanca, no era uno de los sindicalistas más rebeldes.

El Ejecutivo necesita el visto bueno de los sindicatos para lograr tratar su Reforma Laboral en el Congreso, y está en tiempo de descuento: Marcos Peña reveló el plan de sacarlo en febrero, en sesiones extraordinarias. Se desata, en coincidencia, una serie de causas judiciales que derivan en detenciones a dirigentes de mayor o menor envergadura, se televisan sus fortunas, sus gustos caros, sus extravagancias.

Con este telón de fondo, el líder de los hoteleros -que es vecino de Villa Ballester- le recordó al presidente que sus antecesores Fernando de la Rúa y Raúl Alfonsín -que también se enfrentaron a los trabajadores organizados- no pudieron terminar sus mandatos.

Respecto a Marcelo Balcedo, titular del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) capturado en Uruguay, remarcó su rol como empresario de medios -es propietario del diario Hoy de La Plata-, y lo acusó de hace afiliaciones compulsivas en su gremio de la mano del entonces gobernador Daniel Scioli. En la misma línea, sugirió ahondar en las investigaciones respecto de las connivencias de dirigentes políticos con otros sindicalistas acusados de corrupción, como por ejemplo en el caso de Juan Pablo “Pata” Medina. A Hugo Moyano los defendió de forma tajante.

“Cuidado. No sigan pisando la cola al león, porque no todos somos iguales y no se puede generalizar con las mafias sindicales”, dijo Barrionuevo durante una entrevista con TN el jueves pasado. “Nadie orina agua bendita”, remarcó el dirigente que tuvo picos de popularidad con frases como “hay que dejar de robar por dos años”, cuando era parte del gobierno de Carlos Menem como titular de la Superintendencia de Salud.  “Yo dije eso porque un amigo radical me dijo que en la Argentina se robaban 2 mil millones de pesos por año del Estado”, explicaría en la mesa de Mirtha Legran en 2015.  Causó tal revuelo que sus compañero “Casi lo matan”, recordó el secretario general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA).

Esta vez, el primero en salirle al cruce fue el procurador de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, quien necesitó defender la independencia del poder judicial diciendo que no se meten con los sindicatos, que son instituciones fundamentales del orden democrático, sino “con los sindicalistas corruptos”. La UIF -que investiga delitos financieros- está detrás de cada una de las investigaciones.

Las respuestas por parte del gobierno nacional tampoco tardaron en llegar. Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción, dijo por Twitter que “la modernización del Estado también debe llegar a los sindicatos”. El Ministro de Trabajo Jorge Triaca negó todo por Radio Mitre: “Nosotros no tenemos una actitud persecutoria. Que actuemos en consecuencia cuando la Justicia nos pide intervención es solamente ser responsables y seguir lo que establece la ley. No hay voluntad manifiesta de ir detrás de tal o cual, como no lo hay en la órbita política o judicial. Lo que queremos es que las instituciones funcionen, que no haya impunidad ni actitudes de defensa corporativa”. En agosto, luego de la huelga general, fue expulsado el viceministros de la cartera de Trabajo, Ezequiel Sabor, un hombre que respondía a Barrionuevo.

Ahora el ex presidente de Chacarita Juniors, Barrionuevo fue explícito en su oposición a Macri. “El Gobierno no encuentra el rumbo, privilegia la timba financiera y no vienen las inversiones. Que se hagan cargo y que no nos ataquen a nosotros. Por ahora en la CGT no hay reconciliación con el Gobierno”. Respecto de las paritarias advirtió que no habrá ningún techo del 15%. Su esposa, y jefa de la bancada del massismo de la Cámara de Diputados, Graciela Camaño ya se mostró firme en contra de la reforma previsional.

La reforma laboral se debatirá primero en el Senado, y Miguel Ángel Pichetto, el rionegrino que comanda el bloque Argentina Federal se había comprometido a dar quórum si así lo disponía la Confederación General del Trabajo. Ayer salió también a diferenciarse de Barrionuevo, diciendo que no había que generalizar respecto de los presidentes que no llegaron a terminar sus mandatos y su relación con los sindicatos. Dijo que muchos de los acusados son “dirigentes menores”, y remarcó la necesidad de analizar caso por caso a la luz de los expedientes judiciales.

El editor de Clarín Ricardo Roa le dedicó una columna para descalificarlo, diciendo que al intentar mostrar los dientes, terminó mostrando debilidad. Lo cierto es que las crudas palabras de Luis Barironuevo siguen resonando.

Redacción Zorzal Diario.

 

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