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Con la esperanza puesta en Dios: crónica de una derrota

Al borde de fin de año, en Argentina ya es legal la interrupción voluntaria del embarazo por decisión de la mujer y cuerpos gestantes hasta la semana 14. Con una diferencia mucho más holgada de lo que se esperaba, finalmente fueron nueve votos los que definieron la decisión histórica del Senado. Así vivieron la jornada quienes se manifestaron “a favor de las dos vidas” y apelaron a la fe para que la ley no se aprobara.

Se esperan, al menos, doce horas de un calor exagerado por delante en el microcentro porteño. Son alrededor de las 16 hs. y ya se sabe que la votación en el Senado no se llevará adelante hasta avanzada la madrugada del 30 de diciembre. Los tambores suenan, las pantallas muestran discursos imposibles de escuchar con tanto ruido. El agite,  los pañuelos, las banderas celestes se agolpan al Congreso desde la avenida Entre Ríos. Un pequeño grupo jóvenes manifestantes se preparan para pasar la noche frente al Congreso y esperar la votación.

A las seis de la tarde hay poca gente de este lado.  La gran mayoría son jóvenes. Muchos se congregan alrededor de un feto gigante bañado en sangre. “Senadores manchados con sangre de inocentes”, claman carteles color madera.

A pesar de que las calles siguen ardiendo bajo un sol sofocante, la gente continúa llegando a la plaza. Madres con sus hijas, amigas, niñas y niños pequeños con pequeñas banderas en sus manos, señoras solas, señoras acompañadas por miembros de una iglesia que se toman fotos en grupo. Familias. Todos vestidos de celeste.

De este lado de las vallas intentan mantener el espíritu y se agarran de la fe para que un milagro suceda. “Tenemos la esperanza de que Dios pueda tocar el corazón de los senadores para que la historia no retroceda con esta ley”, expresa Patricia, que forma parte de la iglesia “Catedral de la Fe” y cuenta que son varios los del partido de Tres de Febrero que se acercaron allí para “defender la vida”.

Está parada junto a Amelia, quien asegura que los celestes son mayoría pero que les juega en contra no tener el apoyo de “las grandes organizaciones que quieren legalizar el aborto”, señala.

Ya es de noche, el sol se ha ido, pero el calor todavía sofoca. Los manifestantes de este lado se han multiplicado.

“Mueva pro vida, mueva/ mueva pro vida, mueva. Los pro vida son..” cantan desde el escenario. “Mayoría”, responden al unísono desde abajo. Enseguida rematan: “Dicen que no tienen vida/ dicen que no tienen voz/ acá estamos los que marchamos por la vida de los dos”.

“Salga la ley o no, vamos a seguir defendiendo la vida y vamos a seguir adelante con todo lo que se hizo para cuidar a la mujer. Esto no termina si se aprueba”, dice Agustina, una chica de 24 años que llegó con amigos hasta la plaza.

“Hay que defender la vida desde lo religioso, pero también desde lo científico”, sostiene Ezequiel mientras participa de una de las misas que se llevan adelante en plena vereda.

“Creo que todos los pecados y errores que cometemos los humanos pueden ser reparados por la misericordia divina. Por eso la propuesta de traerlo a él (Dios) que es el hacedor de todo, de nuestra propia vida y puede hacer que el corazón de los senadores cambie. Y modifiquen su voto”, manifiesta Graciela, de 52 años, que sola, postrada sobre el pasto, tiene las manos estiradas al cielo.

Carolina es directora de “Derecho al Futuro” del Frente Joven. “Esperamos que los senadores entren en razón y entiendan que el derecho a la vida es un derecho fundamental para todas las personas. Por eso les exigimos, no les pedimos, que respeten la constitución y respeten nuestras convenciones de derechos humanos. El derecho a la vida es desde la concepción”, dice. Ella espera que para las 2:30 la votación esté resuelta “a favor de la vida”, porque vienen de la sede de Mar del Plata, y por los protocolos tienen pactado un micro de regreso para esa hora.

A algunos metros se encuentra Juan José Gómez Centurión, rodeado de algunos jóvenes y señoras. Está frente al Congreso desde las siete de la tarde, respondiendo preguntas y sacándose selfies con sus seguidores.

Minutos después habla con Zorzal diario: “Nosotros entendemos que a la mujer se la protege desde otro lugar”, dice.

¿Qué expectativas tiene sobre la votación en el Senado?

-La única expectativa que tenemos hoy es que la ley del aborto sea rechazada. Y que haya alguna componenda en términos de poder para que no se vote, que Dios y la virgen obren con un milagro en la conciencia de los legisladores que no tienen conciencia.

¿Entonces cree que se aprobará la ley?

-Evidentemente un legislador que vota a favor del aborto no tienen en cuenta ni siquiera criterios cienfitificos básicos que demuestran que adentro del vientre de una madre lo que se está gestando es vida, y es vida humana. Los senadores y los diputados nacionales no escuchan ninguna línea argumentativa. Y si no escuchan argumentos éticos, ni religiosos ni científicos; el único argumento que escuchan es el argumento del poder.

LA IGLESIA FRENTE A LA LEY

Luego de que la ley fuera finalmente sancionada en el Senado de la nación, las repercusiones de los representantes de la Iglesia Católica no tardaron en aparecer. Apenas horas después, la CEA (Conferencia Episcopal Argentina) declaró, a través de un comunicado divulgado por su oficina de prensa, que “continuarán trabajando con firmeza y pasión en el cuidado y el servicio a la vida”, frente a una ley que “ahondará aún más las divisiones en nuestro país”.

Los obispos también se dirigieron a funcionarios políticos, a quienes expresaron: “Lamentamos profundamente la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo, el cual se ha expresado de diversas maneras a favor de la vida a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria”.

Fotografías de Emiliano Sánchez.

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