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“Conurbación, Territorios Bailables”: un ciclo de danza en San Martín
El 10 de abril llega al Cultural Pavlova la nueva propuesta cultural del Encuentro Periférico de Danza (EPD). Se trata de la culminación de un proceso creativo que Jésica Januszevski y Elisa Delgado, organizadoras del Encuentro, iniciaron en diciembre de 2021, cuando comenzaban con un proyecto de residencia de danza.
La iniciativa lleva como título “Conurbación: ‘Territorios Bailables’”, y tiene el apoyo del Fondo de Fomento de las Artes Escénicas de San Martín. Las cuatro jóvenes que forman parte de la residencia son Xowi Land, Loren Brava, Vanishkka Plinski y Belén Arebalo y el 10 de abril presentarán su obra colectiva en el Cultural Pavlova de Villa Ballester.
Berazategui, Florida, Baradero e Ituzaingó son las localidades de las bailarinas y el sentimiento del conurbano se verá reflejado en la obra que vienen preparando desde diciembre. “La búsqueda también fue el poder encontrar cuáles son esos lugares que tenemos en común por ser del conurbano y que nos ponen en un lugar distinto para crear y poder valorar eso. A su vez, también valorar el proceso creativo como tiempo de trabajo” explica Elisa..
Jesica y Elisa, que se conocieron en 2018, también durante una residencia, ven el encuentro y la residencia como posibilidades de hacer redes en los diferentes municipios y que las obras puedan circular por diferentes espacios. “Es una intervención performática y, como tal, tiene la posibilidad de adaptarse a los diferentes espacios de una manera más simple” indica Elisa. A su vez asegura: “Nosotras pensamos en el efecto periférico como algo más general, más allá de nuestras acciones. Como algo colectivo, para que los y las demás se sientan representadas y poder conectar con otros espacios”.
Para “Conurbación” las chicas hicieron un recorte territorial. En comparación con el Encuentro Periférico del primer año volvieron a preguntarse quiénes eran y qué querían mostrar. Sobre éste nuevo proyecto Elisa asegura que lo pesaron “como un espacio más general, donde poder visibilizar nuestras obras y problematizar nuestras realidades. Entonces vamos buscando diferentes formas de poder mostrar eso”, remarca.
Tanto para Elisa como para Jesica la residencia y la organización del ciclo fue un desafío que estuvo limitado por la virtualidad en sus primeros encuentros con Xowi, Loren, Vanishkka y Belén. “Crear una obra lleva otros tiempos e incluso la intimidad que se genera distinta” comenta Jesica y asegura que para ella lo positivo de las dos experiencias es “esta necesidad y este interés por relacionarnos, por mostrar lo que hacemos y reconocer que necesitamos espacios propios”.

Danzar por el reconocimiento:
En la danza las residencias son espacios que “te habilitan ciertos recursos, recibís para crear. Te dan el espacio para ensayar y también materiales para la apertura”. Participar de una residencia garantiza que se tienen ciertos recursos garantizados para crear. Elisa y Jesica, además, proponen pagar por el proceso creativo. “Porque habitualmente una misma es quien paga para estar en una residencia”, sostiene Jesica.
Antes de exponer hay que practicar, se necesita un espacio que hay que alquilar, hay que armar un traje para bailar, arreglar las luces y todo eso “sale plata”. “Tenés que pelear y poder conseguir plata de algún fondo para poder gestionar todo antes de presentarte y, nosotras, nos enfocamos en eso y en ver la realidad del conurbano porque acá no existen esas ayudas. Está el Fondo Nacional de las Artes, pero es muy complicado poder entrar ahí para que te puedan dar una beca de formación o de creación. Tenes que tener el mismo historial o ser reconocida que te puedan dar”, puntualiza Elisa.
A nivel nacional la danza no tiene un instituto. El Instituto Nacional de Teatro fomenta a la danza teatro, pero no es lo único de la disciplina. El Fondo de Fomento de las Artes Escénicas de San Martín incluye a la danza, pero no es específico. Jesica y Elisa querían “hacer un espacio donde podamos mostrar nuestro trabajo y el de nuestros colegas, que nos una como comunidad”, aseguran.
“También queremos que funcione como un espacio donde se pueda habilitar el debate sobre la necesidad de la mejora en las condiciones laborales de la danza”, analiza Elisa. Desde el encuentro periférico buscan aportar al desarrollo y la mejora de las prácticas: “Queremos poder abonar a la discusión de nuestras necesidades. El Ministerio de Cultura debería abarcar y cubrir las necesidades de todos los sectores de las artes”.
En esta búsqueda de reconocimiento Elisa y Jesica también buscar valorar el proceso creativo. “Estamos pagándoles por crear… en los tiempos de las artes escénicas, en general, uno consigue los recursos a posteriori”, dice Jesica. La plata llega después, pero antes de las presentaciones hay un valor que no es visto antes de la misma.
Por eso tanto en el Encuentro Periférico de Danza como en la residencia Elisa y Jesica decidieron poner en valor el proceso creativo de la creación de las obras. “Hay algo de la creación de la danza a lo que le ponemos mucho valor que tiene que ver con aquello que decimos con las palabras y que, después, se silencia con el movimiento. Y toda esa gestación de qué queremos decir, cómo lo queremos decir, quiénes somos, cómo nos paramos para decir lo que queremos decir como globalidad, como artistas, lo mostramos a través del movimiento en nuestra obra colectiva”, concuye Elisa.

‘Conurbación: “Territorios Bailables”’ es un diálogo creativo entre sus protagonistas y el territorio del Conurbano que busca poner en valor la tarea creativa. Para conocer más a sus protagonistas se puede ingresar en: https://encuentroperifericodedanza.com.ar/