El genocidio sionista contra el pueblo palestino no es un hecho aislado ni un “conflicto reciente”:…
Desocupación y pobreza: del macrismo al coronavirus, sin escalas
Durante el primer semestre del año, el índice de pobreza marcó un incremento de 5,5% respecto del mismo período de 2019. De este modo, trepó al 40,9% según indicó un relevamiento publicado en septiembre por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Por su parte, la cifra de indigencia ascendió al 10,5%, con un alza interanual de 2,8%; mientras que la desocupación trepó al 13%. Si bien el Gobierno buscó paliar a través de diversas políticas la situación económica de los sectores más postergados, referentes sociales advierten que “no son suficientes”.

“Desde hace cuatro años venimos viendo un crecimiento en la demanda de alimentos de los vecinos y vecinas que, en muchos casos, tuvieron que acudir por primera vez a un comedor en este período”, aseguró Zulma Monges, referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) del Movimiento Evita y vecina de Costa Esperanza, en diálogo con Zorzal Diario.
Los datos que surgen de los primeros meses de la gestión de Alberto Fernández estuvieron marcados por una fuerte caída de los ingresos, a lo que se sumó el aumento de la desocupación como consecuencia de las medidas de aislamiento preventivo para frenar el avance del Covid-19. Este parate económico profundizó la crisis que había dejado el gobierno de Macri que, sin pandemia de por medio, incluyó la caída del PBI, la disminución del poder adquisitivo como consecuencia de la inflación y el aumento de la pobreza y la desocupación, entre otros indicadores.
Monges recordó que justo hacia el fin de la gestión macrista lograron la aprobación de la Ley de Emergencia Alimentaria en el Congreso de la Nación, impulsada por los Movimientos Populares. “Pedíamos a gritos esa ley porque el hambre era moneda corriente”, sostuvo.
En esta línea, la dirigenta señaló que “la pandemia vino a profundizar lo que dejó la política económica macrista”, y remarcó que “si bien el gobierno del Frente de Todos ha lanzado algunas políticas sociales, no son suficientes”. Asimismo, sostuvo que este año, con la llegada del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), la mayoría de la gente del barrio que vivía de “changas” quedó imposibilitada de generar ingresos. “Son los que se encargaban de cortar el pasto, el cuidado de niños, o hacer arreglos de todo tipo, entre otras cosas”, detalló.
Por su parte, Mónica Giménez, representante de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) de San Martín, también encargada de coordinar la ayuda social en los barrios Libertador, Independencia, Lanzone y Villa Hidalgo; en diálogo con Zorzal diario aseguró que después del gobierno de Macri, la Argentina quedó desmantelada, y éste año con la pandemia se agudizaron las problemáticas.
“La gente que antes tenía un trabajo precario para subsistir, ya no lo tiene; y depende de los comedores para llevar un plato de comida a la mesa. Hoy, somos las organizaciones las que bancamos los barrios, las que asistimos y contenemos la situación social. Y no damos a basto.”, aseguró Giménez, resaltando que si bien los planes que otorga el gobierno son un “respiro” para cubrir algunas necesidades, no es posible vivir con eso.
En sintonía con el relato de las referentas, un reciente informe del INDEC expresó que 11,7 millones de personas quedaron bajo la línea de pobreza durante el primer semestre de este año. De éstas, el 10,5% son consideradas indigentes: se trata de 2,9 millones de personas que no alcanzan a cubrir una canasta básica alimentaria. El ingreso total familiar promedio de estos hogares fue de 25.759 pesos, mientras la canasta básica total promedio que determina la línea de pobreza, alcanzó los 43.785 pesos.
Otro dato que se desprende del mismo y resulta sumamente preocupante, es que más de la mitad de los menores de hasta 14 años de edad son pobres: representan el 56,3% del total.

Al respecto se pronunció Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social, quien señaló que el Estado encaró una amplia serie de políticas sociales en lo que va del año, como son la Tarjeta Alimentar, el IFE y los ATP, “En un contexto mundial muy complicado, logramos amortiguar la caída para que la situación no sea aún peor”, enfatizando que ya son 11 millones de personas las que obtuvieron asistencia alimentaria gracias a dichas políticas, en la búsqueda de compensar el efecto negativo que implicaron las medidas de restricción aplicadas.