“DÓNDE ESTÁ LA IGLESIA, HAY PRESCRIPCIÓN”
La Justicia consideró que las causas por delitos sexuales contra Carlos Eduardo José habían prescripto por lo que el ex cura, en prisión desde 2017, recuperó su libertad. Los abogados de la víctima apelarán la sentencia.

Fotografía: Natacha Pisarenko
El ex sacerdote católico y párroco Carlos Eduardo José (62) fue absuelto hoy en el juicio en el que estaba acusado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante. Los jueces y miembros del tribunal consideraron que la causa prescribió y le dieron al ex cura el beneficio de la duda.
El 4 de febrero comenzó el juicio oral en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de San Martín constituido por el Dr. Raúl Luchelli Ramos y la Dra. Mónica María Carreira contra Carlos Eduardo José, ex sacerdote denunciado por abuso sexual contra una menor de edad en una escuela de la provincia de Buenos Aires, entre los años 1999 y 2008.
“Los jueces son cómplices, cubren a un pedófilo, que va a salir y va a volver a abusar de alguna nena. De mí abusó quince años pero no me importa, no me va a volver a abusar. Pero hay otras nenas en peligro”, expresó la denunciante, Mailín Gobbo.

Fotografía: Natacha Pisarenko
Por su parte, y luego de escuchar le sentencia, los abogados querellantes afirmaron que “dónde está la iglesia hay prescripción, es bochornoso, impresentable”.
El Doctor Hector Silveyra, letrado de la víctima, mencionó que llevarán el caso a la Corte Suprema de la provincia y a Casación. “Iremos a donde tengamos que ir, alguien se tiene que hacer cargo”, manifestó.
Cabe recordar que Carlos Eduardo José fue imputado por trece hechos, de los cuales doce quedaron oportunamente prescriptos. “Nosotros llegamos a la Corte para que resuelva esa situación, llegamos a juicio oral por un hecho, en el único hecho que llegamos a juicio oral tenemos un fallo deplorable” expresó el abogado.
“Queremos que quede claro, Carlos Eduardo José es un pedófilo, independientemente de lo que haya resuelto la justicia” sentenció Silveyra.
El caso
En abril de 2017, dos mujeres rompieron el silencio y se animaron a denunciar los abusos a los que habían sido sometidas durante su infancia, a manos del cura del colegio al que concurrían, el Instituto San José Obrero de la localidad de Caseros, partido de Tres de Febrero. Mailín Gobbo y Jazmín Detez radicaron la denuncia en la UFI N° 14 de los Tribunales de San Martín.
A partir de la difusión de estos casos, Cecilia Burgos y Karen Maydana, otras alumnas del colegio pudieron empezar a hablar y a llevar ante la Justicia sus denuncias, por otros abusos cometidos por el mismo sacerdote.
En 2009, Gobbo había iniciado originalmente una denuncia eclesiástica ante al arzobispado de San Martín, que además de silenciarla, decidió trasladar al ex sacerdote a otra ciudad .Se trata de una maniobra encubridora que se repite en la mayoría de las denuncias por abuso sexual en la Iglesia Católica argentina, donde ya hay más de 60 casos presentados ante la Justicia. Hoy, estas sobrevivientes de abuso sexual infantil no sólo exigen una condena efectiva para que el ex sacerdote siga en la cárcel, sino que reclaman que las denuncias no prescriban.
Actualmente, la Ley 27.206 sancionada por el Congreso, modifica el plazo de la prescripción de delitos contra la integridad sexual de menores. Estos derechos también están amparados en la Convención de Belem Do Para, el Tratado Internacional por los Derechos del Niño, el Tratado Internacional por los Derechos Humanos y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.


