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Dos directivos de Ford condenados por secuestro y tortura durante la dictadura

Es la primera sentencia contra empleados jerárquicos de una multinacional: dos ex directivos de la empresa automotriz Ford fueron condenados por el secuestro de 24 trabajadores de la planta ubicada en General Pacheco, durante la última dictadura Cívico-Militar.  No fueron condenados como cómplices, sino como partícipes directos en los delitos de lesa humanidad. El Tribunal Criminal Federal Nº 1 de San Martín, el martes pasado dictó 10, 12 y 15 años de prisión para los imputados.

“Quiero destacar que en el juicio quedó acreditado que directivos y empleados jerárquicos de Ford, que van más allá de Müller y de Sibila pero que los incluye, tomaron decisiones e hicieron aportes para que se pudiera secuestrar a los 24 trabajadores, para que les apliquen torturas y tormentos”, puntualizó antes del veredicto la abogada Elizabeth Gómez Alcorta.

Los ex directivos de la multinacional Ford, Pedro Müller y Héctor Sibila, fueron condenados por el secuestro y las torturas en perjuicio de los trabajadores de la fábrica de Pacheco durante la última dictadura. Müller, quien era jefe de manufactura al momento de los hechos, recibió la pena de 10 años de cárcel. Sibila, a cargo de la seguridad de la planta, 12 años. El tercer imputado, el represor Santiago Riveros, también fue condenado con la pena 15 años de cárcel.

Cuando ubicaron a los trabajadores en la planta Ford, los secuestradores los llevaron a un quincho que está al lado de una cancha de fútbol, en el predio de la misma empresa. Este lugar fue cerrado y utilizado como centro clandestino de detención y torturas. Después, algunos fueron llevados a la comisaría del partido bonaerense de Tigre, la Comisaría de Escobar 2da de Ingeniero Maschwitz, y posteriormente trasladados a las cárceles de Devoto, La Plata y Sierra Chica. A lo largo del juicio se realizaron pericias en todos estos lugares. Los delitos fueron cometidos contra 24 trabajadores, 17 de ellos fueron secuestrados en la planta que la empresa tiene en Pacheco.

Cabe destacar, que el Tribunal consideró que las penas deben cumplirse en cárceles comunes, pero por la edad que tienen los condenados fueron habilitados a cumplir las penas en sus casas. Las condenas son históricas ya que es la primera vez que la Justicia argentina condena a jerarcas de una empresa multinacional, no solo por su complicidad con el plan sistemático de la última dictadura sino por su participación directa en los crímenes del terrorismos de Estado.

Tomás Ojea Quintana -entre otros- llevó adelante la querella en representación de los trabajadores secuestrados y torturados entre marzo y mayo de 1976, y pidió 25 años de prisión para los tres acusados. Por su parte, los fiscales Jorge Auat y Ángeles Ramos, y las querellas de las secretarías de Derechos Humanos de Provincia y Nación pidieron la misma pena.

A lo largo del juicio, que comenzó en diciembre del año pasado, se tuvo por acreditado que Ford Motors contribuyó con el Ejército para que se lleven a cabo los secuestros, torturas y tormentos de sus trabajadores. Se pudo comprobar que hubo una decisión de los mandos jerárquicos más altos, de poner la estructura de la empresa al servicio de las fuerzas militares.

La alegría de activistas por los derechos humanos y vecinas por la sentencia obtenida tras décadas sin justicia.

Por Jesus Cabral //Fotos: Facundo Nivolo.

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