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Dos madres unidas por el dolor y el pedido de Justicia 

Familiares y amigos de Santiago Mena (11) y de Juliana Catán (13) se convocaron el pasado viernes en el Hospital Eva Perón para reclamar justicia por las muertes de los dos menores. Los padres denuncian mala praxis y negligencia por parte de los médicos que los atendieron, además de varias irregularidades por parte del hospital.

Familiares, amigos y vecinos de Santiago Mena y Juliana Catán se reunieron el viernes 22 de marzo a las 19 horas en la intersección de Ruta 8 y Maipú. Caminaron hasta las puertas del Hospital Eva Perón para exigir justicia por las muertes de ambos menores. Además, acompañaron familiares de víctimas de casos de mala praxis. La entrada del hospital fue custodiada por más de veinte policías y varios patrulleros.

Caso Santiago Mena 

Santiago era un nene de 11 años, que después de un diagnóstico errado de laringitis, murió el 13 de febrero a causa de una peritonitis. Noelia Mena, mamá de Santiago, charló con Zorzal Diario: “El 12 de febrero lo traje a la guardia por un dolor de panza y con fiebre. A lo que la doctora Mariel Pérez me dice que el nene tenía laringitis, porque le revisó el oído y la garganta, a lo que yo le digo que no, porque yo no le dije que tenía esos síntomas. Ella me dijo que los síntomas de la garganta se le iban a la panza”.

Y siguió: “Como él se sentó bien en la camilla, ella me dijo que era eso. Yo le volví a decir que le revise la panza porque él me decía que le dolía la panza. Y ella me dice: ‘No mamá, si mañana sigue igual venite, yo te doy los antibióticos’, y le dio Amoxicilina. Yo le compré los remedios y se los empecé a dar. A la noche nos acostamos y me seguía diciendo que le dolía la panza. A las ocho lo desperté para tomar el remedio, lo tomó, y al rato empezó a vomitar negro. Le digo que nos vamos al hospital. Lo ayudo a cambiarse y le siento el cuerpo que estaba caliente”.

Estaba terminando de agarrar todo, no tardé ni cinco minutos y cuando entré otra vez a la pieza el nene estaba convulsionando y se le iban los ojos para atrás. Le pido ayuda a mi vecino, lo llevamos al hospital y le empiezan hacer reanimación. A eso de las 11.30, sale un enfermero con dos tubos de sangre. Y yo le digo: ¿Para qué es eso?. ‘Le vamos a hacer unos estudios’, me dice. A las 12.05, sale el doctor y me dijo, al nene le agarró un paro cardíaco y no aguantó. Sale otro médico y me dice, ‘el nene se te cayó’, y yo le digo, ¿cómo se me va a caer un nene?. Yo no entendía nada, estaba en shock”. 

Noelia radicó la denuncia en la Comisaría 1era de San Martín, en donde dice que le cambiaron su declaración: “Yo expuse todo lo que te estoy contando, pero después en la comisaría me cambiaron la declaración diciendo que el nene se me había caído al piso y empezó a convulsionar, y mi hijo nunca se cayó, convulsionó en la cama. Por suerte yo tenía una copia de la denuncia original que había dejado en la cochería”.

Otra cuestión que le llamó la atención a Noelia fue “el papel que entrega el hospital. Decía que mi nene murió 11.05, y a mi me avisan que murió 12.05, y a las 11.30 le estaban tomando una muestra de sangre”.

Noelia denunció:Estaban queriendo adelantarse y ganar tiempo, estuvieron una hora ahí tapando todo para ver qué hacer. A mi hijo le tomaron sangre estando muerto, el fiscal dice que en ese estudio ya salió que mi nene murió de una peritonitis. Entonces ya estaban sabiendo ellos de que había muerto el nene, y querían hacer pasar que mi nene se cayó, tuvo un golpe, empezó a convulsionar y murió. En la autopsia judicial salió que mi nene tenía apendicitis, y teniendo apendicitis no podés tomar nada. Los antibióticos le perforaron la peritonitis.”

Al ser consultada por este medio si dialogó con los directivos del hospital respondió: “El director del hospital no tiene sentimientos. Yo quería una explicación, porque ellos le sacaron sangre estando muerto, y me dijo que con un poquito de azúcar y un poquito de agua, eso no se me salió nunca de la cabeza, lo iban a revivir. Mi hijo ya estaba muerto. Yo lo sentí como que el director me estaba boludeando”.

Noelia también denunció que Mariel Peréz no es pediatra. Es hematóloga. “Se lo dije al director, y él me dijo que tenía su autorización para poder ejercer”.

Caso Juliana Catán

Juliana era una nena de 13 años, que el 26 de febrero tuvo diarrea, fiebre y vómitos, y al asistir al hospital Eva Perón, además de hacerla esperar varias horas, nunca le supieron decir lo que tenía.

Analia Catán, mamá de Juliana, habló con Zorzal Diario sobre el caso de su hija: “La trajimos con mi marido el lunes 26 de febrero a las 19 horas, la atendieron como a las diez de la noche. Le dijimos que estaba con vómitos, diarrea, fiebre, y la mandaron hacer una ecografía abdominal. Mi marido le tuvo que hacer upa porque no había una silla de ruedas, y no había una camilla. La llevó hasta el primer piso, le hicieron la ecografía, el médico la miró y le dijeron que no tenía nada, que estaba bien”.

Contó también que alrededor de las doce de la noche le sacaron sangre, y antes de tener los resultados de los análisis, le inyectaron algo que nunca le dijeron que era: “Yo le dije, ¿cómo le vas a inyectar algo si todavía no viste los análisis de sangre? Al rato me dijo el doctor que se trataba de un principio de dengue”.

“Ella se seguía sintiendo mal, la volví a llevar al otro día, y se quejaba que le dolía también lo que le habían inyectado. Cuando la trajimos ya no se podía parar. Vino una señora, me agarró la silla de ruedas, me la sentó ahí y estuve una hora también esperando hasta que me la pusieran en la camilla, le pusieron un suero. Ella no paraba de llorar, estaba cada vez más descompensada. Le costaba respirar, le pusieron respirador y le sacaron otra vez sangre. Mi nena tuvo cuatro paros, y en el último me dijeron que falleció”.

Ambas madres atravesadas por el dolor se unieron para visibilizar cada una su caso frente al hospital Eva Perón, y por el pedido desesperado de Justicia.

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