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El Centro Atómico Constituyentes abrió sus puertas a la comunidad

En San Martín existe un Reactor Nuclear desde el año 1958. Se trata del RA-1, el primero de Latinoamérica. El predio donde se encuentra es un centro atómico emblemático para la actividad nuclear del país, de vanguardia en el mundo. Allí se llevan a cabo múltiples actividades de formación, investigación y experimentación. Zorzal Diario asistió el sábado pasado a la jornada del Centro Atómico Constituyentes (CAC), que abrió sus puertas para que la comunidad conozca las instalaciones del lugar y donde participaron más de novecientas personas.

El “CAC Abierto” es una jornada que se realiza todos los años, pensada para que cualquier persona que esté interesada pueda conocer al Centro Atómico Constituyentes (CAC), que se encuentra en Av. Gral. Paz 1499 y es parte de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Este año el evento contó con siete circuitos de visita y una exposición abierta en un espacio común de tránsito libre.

Las estrellas del encuentro fueron el reactor nuclear RA-1, el primero de Latinoamérica, y el acelerador de partículas TANDAR; ambos incluidos en los recorridos que se podían realizar ese día. Estos últimos contaron con charlas introductorias descriptivas, y luego la posibilidad de ingreso a los recintos en que se ejecuta la actividad. Este año participaron novecientas sesenta y tres personas, y es la oportunidad en la que más participantes pudieron conocer la importancia del polo científico para la comunidad, según comentó a Zorzal Diario Lucía Saieg, jefa de relaciones públicas del CAC.

La jornada fue pensada para toda la familia. Además de conocer las instalaciones y laboratorios en grupos reducidos de visitantes, las diversas charlas y exposiciones las brindaron los mismos profesionales del centro. Técnicos e investigadores compartieron en qué consiste su labor cotidiana en esos espacios, y se dispusieron a responder abiertamente las preguntas de los visitantes.

Además de los dos mencionados (Reactor Nuclear RA-1 y Acelerador de Partículas TANDAR) el resto de los circuitos fueron: Materiales 1 y 2, en que se recorrieron diferentes laboratorios dedicados a la ciencia de materiales, Energía solar y tecnología aeroespacial, en que se visitó el Departamento de Energía Solar e instalaciones clave del proyecto ARAS SAOCOM, misión satelital que puso en órbita los satélites SAOCOM 1 A y B, Radiobiología, en que se visitó el laboratorio de Autorradiografía Neutrónica y Trazas nucleares y se contó acerca de las aplicaciones medicinales de la tecnología nuclear, y Química, en que se pudo visitar laboratorios de Nanoquímica y se habló de la Nanotecnología, mostrando algunos resultados y equipos que se utilizan para ese área allí.

Si bien los recorridos fueron con cupos limitados, el sector de la exposición abierta fue de circulación libre durante toda la jornada. Se pudieron encontrar allí muestras de diversas temáticas como: COMBUSTIBLES NUCLEARES, GESTIÓN DE RESIDUOS RADIOACTIVOS, MICRO Y NANOTECNOLOGIA y ASTROPARTÍCULAS, área en que la sede central del Instituto de Tecnología en Detección y Astropartículas (ITeDA) funciona en el CAC, y es protagonista en el desarrollo de grandes instrumentos de astrofísica en Argentina (cabe mencionar que existe un doctorado en Astropartículas y otro en Ingeniería en que articulan la Universidad de San Martín con el Instituto de Tecnología de Karlsruhe de Alemania, y que la CNEA está involucrada en la operación del detector de rayos cósmicos más grande del mundo).

Preguntas que iban desde “¿cómo influyó la microtecnología en que seamos campeones del mundo?” a “¿cómo aportaron los aceleradores de partículas a conocer cómo funciona una estrella? (y, por consecuencia, la vida) recorrieron los diversos espacios. El evento apuntó a generar cercanía entre la comunidad científica y las personas, conocer los múltiples aportes del polo científico a nuestra población y saber que es una posibilidad concreta e inclusiva en nuestro país tanto formarse como desarrollar una carrera científica de excelencia.

En esta línea, en la exposición abierta también se pudo obtener información acerca del Instituto Sabato, espacio dedicado a la formación de profesionales, donde se cursan carreras de grado y posgrado; todas ellas becadas, como es la carrera de Ingeniería en Materiales que se cursa allí mismo. Otros institutos de formación son el Instituto Balseiro, ubicado en el Centro Atómico Bariloche y en convenio con la Universidad de Cuyo, y el Instituto de Tecnología Dan Beninson, ubicado en el Centro Atómico Ezeiza, que al igual que el Sabato funciona en convenio con la Universidad de San Martín.

Existen otras instancias durante el año para acercarse al Centro Atómico e incluso profundizar en su funcionamiento: el Laboratorio Cero, un curso taller que dictan científicos y especialistas todos los sábados, en el que abordan temas científico-técnicos del ámbito nuclear y el contacto entre los asistentes y ellos es directo. También se pueden realizar visitas educativas con alumnos de colegios secundarios y universidades, que se solicitan por internet a través de la página del CAC con anticipación.

65 años del “sueño de la energía atómica”

Este año el RA-1, primer reactor nuclear de América Latina, cumplió 65 años desde que allá por el 17 de enero de 1958 se logró su primera reacción nuclear sostenida, teniendo lugar tres días después su inauguración oficial.

Hugo Scolari, jefe del reactor, se acercó en diferentes momentos a los grupos que se encontraban realizando el circuito del RA-1, y remarcó el hito que resultó para el desarrollo de la actividad nuclear en Argentina. El reactor se construyó íntegramente en nuestro país, con la mayor parte de la tecnología y profesionales formados aquí. También mencionó la suerte de “mística” que existe entre quienes trabajan con el RA-1, que se construyó en tan sólo 9 meses, luego de estar a punto de comprar uno a Estados Unidos.

Scolari contó, asimismo, que esto generó un bagaje de conocimiento y soberanía en términos científico-tecnólogicos, que incluso posibilitó que realizáramos aquí mejoras al modelo del cual se extrajeron los planos originales para su construcción; y nos ubica hoy como referentes en combustibles nucleares; siendo un país con desarrollo productivo en esta materia, que incluso exporta reactores. Cabe aclarar que el RA-1 es un reactor de investigación.

“En el año ´69 ya manejábamos aquí la técnica de plutonio (que se utiliza para la bomba nuclear), sin embargo siempre estuvimos en la línea de la investigación y experimentación con fines pacíficos, hasta el día de hoy”, agregó, orgulloso, al lado de los trabajadores, entre los cuales se encontraba Agustina González, primer mujer en rendir examen para técnica del reactor.

Actualmente existen tres centros atómicos en el país, dos en Buenos Aires (en San Martín y Ezeiza) y uno en Bariloche; que dependen de la Comisión Nacional de Energía Atómica, cuya directora es Adriana Serquis, Doctora en Física e Investigadora del CONICET. El CAC y RA-1 son claves para la actual construcción del reactor multipropósito RA-10 en el polo científico de Ezeiza.

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