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Emprendedores y proyectos independientes frenados por la pandemia

Mientras que el Coronavirus nos tiene adentro de casa. ¿Como se las arreglan los emprendimientos independientes, los que trabajan por su cuenta, artistas callejeros, y otras actividades que son imposibles de llevar a cabo en una pandemia?

El camino se vuelve mas difícil cuando los proyectos no tienen forma de reemplazar la manera de producir o vender sus productos o servicios. Otro de los problemas que sufren quienes trabajan por cuenta propia, es el aumento drástico de los precios, que hizo tambalear aún más su labor.

Este es el caso de Eliana, de Sáenz Peña. Desde hace tres años se dedica a preparar viandas y comida naturista con entrega a domicilio, pero desde que estalló la pandemia se le cortó todo. Preocupada explica: “Por suerte tengo un compañero que trabaja en relación de dependencia, porque pagamos un alquiler. A mí no me entra plata hace diez días y no me va a entrar por diez días más. Tampoco sé lo que viene, si la gente va a poder seguir comprando o no, a qué precios voy a tener que vender, a qué precios voy a comprar los insumos. Me da la impresión de que esto es el comienzo recién. Se viene el frío y este invierno va a ser muy pesado”.

Soledad es artesana. Desde que arrancó todo esto se encuentra solo produciendo, ya que todas las ferias donde vende están cerradas. “Me manejo económicamente con los ahorros de la temporada. Estoy esperando el subsidio del Estado, que considero una medida muy acertada, ya que la economía, para la mayoría, está absolutamente parada. Estoy produciendo de alimentos en casa, conservas, sembrando lo que se puede y aguantando. Creo que esto va a durar un mes más, espero que en todo este tiempo podamos materializar y crear nuevas formas de relacionarnos, económica y socialmente”, expresa la artesana.

La situación de Mariana es muy particular: hace dos meses que comenzó con su emprendimiento y se anotó en la categoría C del monotributo. Por ello no recibe ningún subsidio, pero tampoco genera ningún ingreso. Porque si bien su trabajo es por internet, los primeros tramites son presenciales y por el Coronavirus no puede salir a hacerlos.”Estoy en el limbo, no cobro desde ningún lado, estoy muy complicada”, asegura con gran preocupación.

Artistas en cuarentena

Algunos músicos hacen shows virtuales, los que habitualmente tocan en la calle dejaron de trabajar por completo. Los únicos que siguen generando ingresos son los que dan clases, porque pueden hacerlo a través de algunas de las plataformas digitales, pero tampoco les resulta fácil. “La gente no quiere gastar su dinero en clases ahora”, explica Sergio, de Santos Lugares, profesor de guitarra y ukelele.

Otra vía que encuentran es ampliar su labor a otras áreas en relación a la música, como es el caso de Matías de San Martín: “A partir del Coronavirus empecé a investigar otros campos de la música, como son: grabación, edición y trabajos audiovisuales, para hacer algo mas además de las clases”.

Tampoco pueden seguir trabajando los tatuadores como Gerardo, que vive en Santos Lugares y hace cuatro años que se dedica solo a tatuar. Comenta que “por suerte tengo un poco de plata guardada que es con lo que se me estoy manejando”. Gerardo también pinta, pero con eso no le alcanza. Cree que son meses muy complicados los que se vienen.

Lo mismo opina Lucas que es pintor y da clases de pintura. Desde que comenzó todo esto dejó de trabajar por completo y también está sobreviviendo con sus ahorros, que dice: “me alcanzan solo para un mes más”.

Adaptarse y seguir

En algunos casos, cuando no hay ahorros aparece la familia para dar una mano. Micaela, de Martín Coronado, artesana y vendedora de cosmética natural, recibe un poco de ayuda económica de su familia para paliar la crisis. . Aclara: “Solo pude vender algunas cosas yendo a las casas de las clientas, en el colegio de mi hijo y en una unidad básica, donde me dieron mercadería. La gente no pide nada, solo esta pensando en la comida. Estoy haciendo otro tipo de artesanías e investigando para crear cosas nuevas cuando esto termine”. Aunque hace diez años que se dedica a estas actividades, no le no permiten generar mucho ahorro

Gastón fabrica y vende dulces en la puerta de un supermercado del barrio desde hace un año. Explica que ahora los dulces se los piden por redes sociales. “La vengo llevando con eso y mi pensión por invalidez, con paciencia, reduciendo al mínimo los gastos. A la economía la vienen frenando hace rato, esto es la frutilla del postre. No quiero pensar cuanto va a durar, me adapto a las circunstancias, primero la salud después veremos la economía¨, profesa.

Hay seres mas espirituales que ni siquiera piensan en generar ingresos en este momento. Silvina, de Martín Coronado es profesora de yoga y también vende algunos productos de la marca Just. Profesa su amor al prójimo de esta manera: “Mi trabajo bajó en un 98%, tengo unos pequeños ahorritos que no se cuanto van a durar. Podría estar vendiendo desde internet y dar clases de manera virtual pero no lo hago, no sale de mi ser. Entiendo que estamos todos en la misma situación y no me gustaría estar ofreciendo productos de Just ahora, porque si bien son buenos, no son fundamentales para la vida de nadie. Ahora es momento de acompañarnos, de mucho respeto hacia el otro, no le quiero hacer a nadie lo que no me gustaría que me hagan a mi”.

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