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Gastronómicos en alerta
Tras los aumentos de luz, comida y alquiler, los locales gastronómicos de San Martín se mantienen en alerta. ¿Cómo es la situación del sector?
Los aumentos de servicios y alquiler llegaron todos juntos y de manera abrupta. Los locales gastronómicos de San Martín no están exentos de esos aumentos y, a estos, se le suma también una baja afluencia de comensales. Zorzal Diario charló con Diego Faggioli, vicepresidente de la Cámara Gastronómica de San Martín quién aseguró que “en el último mes y medio cerraron ya algunos locales y muchos están en venta”. Nancy Benedetto, dirigenta de la Cámara, explica que “si no hay nadie que quiera comprar muchos comerciantes terminan tomando la decisión de cerrar el comercio para dejar de endeudarse y rematar todo lo que tienen adentro, o sea que ni siquiera tenes la posibilidad del recupero del capital invertido dentro de ese negocio”.
El rubro gastronómico siempre tiene en mente que la temporada baja empieza con el frío, pero este año, al parecer, comenzó antes. “En verano siempre tenes más clientela y sabes que cuando baja la temporada tenes menos, pero eso que suele ser en mayo o junio, este año empezó a fines de marzo y se acentúo mucho. Antes la gente salía más. Por esto ya hay locales hoy que abren menos días y que por ahí no tienen abierto lunes, martes y miércoles lo que te deja solamente cuatro días por semana de trabajo y no es rentable para la facturación por el mismo costo operativo de tener empleados, la luz, el gas, etc.”.

Además de los costos de servicios una de las cosas que más aumentaron en los últimos meses fue la comida. “La verdad es que creemos que los alimentos aumentaron desmedidamente, no estaba justificado tanto aumento en ciertos productos o algunos que se duplicaron y otros que más que eso. Hoy quizás eso se está frenando un poco, pero porque ya están por sobre el valor que deberían tener… los alimentos venían en aumento muchísimo desde noviembre y todo ese costo no se pudo ir trasladando a la carta”.
“Ahora justamente que quizás se frena un poco la aceleración de los alimentos en este mismo mes impacta lo de las tarifas, que no es que estemos en desacuerdo porque quizás hay que hacer alguna actualización de tarifa, pero no es el modo ni la forma”.
A todos estos aumentos también se le suma el alquiler: “las renovaciones se están cobrando un 150% más, más toda el alza de costos en general y la caída de la facturación es un combo letal para la gastronomía”.
“Tampoco podemos olvidarnos de internet” afirma Nancy, “a mí me subió un 500% y la verdad que hoy tener internet es vital para cualquier gastronómico… yo en lo personal en enero pagaba 11.000 pesos y este mes pagué 50.000 por el por el mismo servicio y me parece desmedido. Hoy internet, el agua, el gas son servicios esenciales que no podemos dejar de pagar, pero es imposible sostenerlo con los valores que están llegando. La factura de la luz supera el valor del alquiler a ese nivel estamos”.
Mauricio Amondaray, dueño de Varvarco en Villa Ballester, explica que la situación obviamente se agrava por el nivel adquisitivo de la gente y la falta de motivación general. “Los números reales de la economía también se mueven por motivación, o sea, si vos tenes noticias buenas y medidas paliativas para que todo siga funcionando se genera otra cuestión energética, te dan más ganas de seguir progresando”.
En este sentido como la gente tiene menos plata en el bolsillo la caída es lógica: “Esta el aumento del costo de vida y a eso le sumamos el aumento de los servicios, eso influye de una manera muy preocupante, por ejemplo, hubo aumentos en los comercios, y hablábamos con los chicos de la cámara gastronómica, de un 300% o un 400%. Eso es realmente muy preocupante: los servicios, el alquiler, el costo de la mercadería… cada vez se achican más los márgenes de ganancias”.

Mauricio sostiene que aún no han reducido personal ni días de apertura ya que para él en este momento lo más importante es “tomar las medidas menos drásticas posibles y tratar de aguantar los que más se puede la situación. Eso me parece que es lo que hace que se perjudique lo menos posible el negocio y perjudicar con lo menos posible las fuentes de trabajo”.
Por su parte, Nancy Benedetto, que es quien lleva adelante el bar del Club Tres de Febrero explica que, en promedio, desde enero hasta abril el rubro gastronómico tuvo una baja del 40%. “Entendiendo que el margen de ganancia que tenemos es de un 30% con la caída de consumo ya estamos al límite de los costos fijos, sobre todo con el incremento desmedido que hubo de las tasas e impuestos. Acá adentro de los clubes se ve una muy difícil”.
La realidad del club también es diferente, en su medida, porque trabajan siempre con gente que es habitué: “todos los días trabajas con el mismo caudal de familias. Tu consumo y presupuesto va de la mano con el presupuesto familiar. Yo lo veo en clientes que venían y los nenes se tomaban dos o tres Gatorade y los papás un café con leche, hoy esos padres se quedan sentados afuera tomando mate o al lado de pileta… no porque no quieran consumir sino por la situación económica”.
Ese es sólo un ejemplo de cómo cambian los hábitos de consumo en la realidad económica actual. Pero en el contexto de un club de barrio esa caída del consumo también viene acompañada de la quita de subsidios y el incremento en las tarifas, por lo que los lleva a estar en doble situación de alerta.
Faggioli es también presidente de la Federación de Gastronómicos en la provincia de Buenos Aires y asegura que “lo que vemos en San Martín lo estamos viendo en Avellaneda, en Lomas de Zamora, en San Fernando… es muy parejo en todos lados lamentablemente general. Puede variar un poquito, pero hay cierre de locales en todos los distritos y al caer a consumo en todos los distritos y viste si se está generando lo que hablábamos antes de achicar la planta de empleados en todos los distritos creemos que hasta que no se acomode un poco el tema de la inflación de las tarifas y el acomodamiento de sueldos tampoco va a resurgir en tiempo y forma”.

“Creemos que va a haber un reacomodamiento de la gastronomía, pero no va a ser en los próximos meses, en el transcurso van a seguir cerrando locales”.
Una posible salida: el consumo local
Hoy San Martín tiene un gran polo gastronómico para sus vecinos y vecinas que fue creciendo en los últimos años.
“Nosotros tratamos de incentivar fuertemente el consumo local, porque hoy tenes polos gastronómicos en todos los distritos y la gente sale a comer en su propio barrio”, asegura Diego Faggioli. Por su parte, Nancy Benedetto explica que desde la Cámara Gastronómica están buscando la manera de “generar la empatía con el vecino, para que se pueda tener un consumo local y no irse a otros distritos, porque la verdad es que necesitamos sostener la mayor cantidad de ingreso posible”.

“Que empecemos a mirar más lo local. Acá dentro de San Martín hay un montón de franquicias, hay un montón de bares, restaurantes, cafeterías que tienen una oferta gastronómica muy linda y de mucha calidad… entonces está bueno tratar de empezar a priorizar lo nuestro desde lo local, a comprar en el barrio porque también hay muchas familias que están atrás de cada comercio”, finaliza Nancy.
Debido a esta situación de inestabilidad, Faggioli, asegura que ya están charlando con abogados, “para ver si podemos presentar un recurso de amparo por el tema de facturas de luz que fue algo que impactó mucho este mes y también estamos hablando con proveedores para ver si se pueden conseguir mejores precios haciendo compras conjuntas, sumando muchos locales y de esa forma bajar un poco el costo o mantenernos los próximos meses. Apuntamos a esas dos cosas que nos parece que es algo que se puede llegar a lograr y que puede permitir que haga que menos locales tengan que cerrar en los próximos meses”.