Por Leo González, Malena Tello y Facundo Cuesta La cooperativa Caracoles y Hormigas nace hace más…
La Confederación General Económica, un proyecto de país arrebatado por la dictadura
La primera medida tomada por el gobierno de facto, a horas del golpe militar, el 24 de marzo de 1976, fue intervenir la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Confederación General Económica (CGE). Ambas confederaciones eran dos de las tres partes fundamentales del denominado “Pacto Social”, un proyecto de país impulsado por el tercer gobierno de Juan Domingo Perón.
Juan Ciolli, presidente de la Cámara Económica Sanmartinense (CES), evoca el recuerdo sin nostalgia, más bien parece recordar exigiéndole algo al presente. “En el tercer gobierno de Perón se inicia un proceso virtuoso de la economía en la Argentina, tanto para los trabajadores como para los pequeños y medianos empresarios. Y esto tuvo que ver con lo que se dio en llamar el ‘pacto social’, donde intervenían el Estado, la Confederación General Económica y la Confederación general del Trabajo. Es decir, las tres patas de este pacto social, que fueron por el Estado, su Ministro de Economía, José Ber Gelbard, por la CGE, su Presidente, Julio Bronner, y por la CGT, el Secretario General, José Ignacio Rucci. Fue el mejor momento de la clase trabajadora, el salario, en aquel momento histórico, llegó a participar de casi el 50% de la torta, y el Capital el otro 50%. El famoso fifty-fifty que hoy tanto escuchamos por el lado de Cristina Fernández de Kirchner”, reflexiona.

Basada la economía en este modelo consigue rápidamente una enorme expansión bajando el desempleo al 4%, “inimaginable hoy en día, se iba de un empleo hacia otro”, advierte Ciolli, y prosigue en su memoria: “Aparece un paquete de leyes muy importantes que ponen a la Argentina en una situación completamente distinta. Se tomaron medidas como fue la ley de promoción industrial, la ley de entidades financieras donde se nacionalizaban los depósitos (hoy rige la ley de entidades financieras que instauró la última dictadura cívico-militar y que es diametralmente opuesta a la mencionada anteriormente), la reforma de la junta nacional de granos, un programa de viviendas, reforma tributaria, etc. era un paquete de medidas que beneficiaba a los sectores populares.”
La Junta Militar encabezada por Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, y Orlando Ramón Agosti, toma el poder con un objetivo económico bien definido: instaurar el neoliberalismo, por lo que era necesario destruir este pacto social que había comenzado a resquebrajarse con las muertes de Juan Domingo Perón y José Ignacio Rucci. Llegado el ’76, Ber Gelbard y Bronner, deben exiliarse. El primero muere en Estados Unidos poco tiempo después del exilio; Bronner es perseguido en Venezuela por comandos militares argentinos que pretendían secuestrarlo. Hasta allí llegó el pacto social, sin que pudiera reestablecerse luego, en tiempos de democracia.

Las primeras medidas económicas tomadas por la dictadura cívico-militar, con el Ministro de Economía, Alfredo Martínez de Hoz, a la cabeza, “fueron la reforma de la ley de entidades financieras, donde la argentina pasa de un proceso de acumulación a partir de la producción a un proceso de acumulación a partir de la financiarización de la economía, la intervención de la CGE y la desarticulación de ese proyecto tan interesante que llevó a las Pymes al lugar que tuvieron, hasta ocupar el Ministerio de Economía por parte de José Ber Gelbard”, rememora Juan Ciolli.
Pienso, mientras escribo, en el personaje de Osvaldo Soriano en “Cuarteles de Invierno”, Rocha, el boxeador gigante, acabado y otrora popular, que besa la lona, amasijado por la joven promesa pugilística de los militares, Sepúlveda. San Martín es el centro Pyme. Es la capital de la pequeña y mediana empresa con más de cuatro mil pymes. En un artículo próximo desde Zorzal Diario buscaremos acercar este momento de la historia argentina con el presente. ¿Es posible volver a aquel “Pacto Social”? ¿Existe algún proyecto similar?

