La ex Sport Tech ya es “Cooperativa 8 de enero”

Tras una quiebra fraudulenta y meses de lucha, los trabajadores de la ex Sport Tech lograron el 28 de junio la autorización legal para formar la tan deseada cooperativa de trabajo. En estos días acaban de obtener el CUIL para poder empezar a facturar de manera legal.

A principio de año la fábrica de Sport Tech estaba con las máquinas apagadas, la bronca y desesperación de los trabajadores se hacía notar. Pero lucharon y lograron que hoy, la “Cooperativa 8 de enero” este trabajando gracias a las batallas que dieron contra su ex patrón, Pablo Enríquez, quien los dejó de un día para el otro en la calle.

“Hay 74 personas en diversos puestos de trabajo. Seguimos luchando, ya que no sabíamos cómo manejar una empresa porque éramos trabajadores y lo estamos logrando, derribando obstáculos.”, comentaba a Zorzal Diario, Mirta Franco, una de sus trabajadoras.Los y las trabajadoras no están trabajando para las marcas Nike, Puma y Adidas como lo hacían con Sport Tech, aunque sí para marcas pequeñas, que les dieron una oportunidad para que puedan producir la indumentaria requerida. “No todos quieren trabajar con cooperativas, porque la dirigen empleados. Creemos que las marcas grandes van a volver, saben la mano de obra que realizamos. Los trabajadores no los estafamos, fue un empresario: Pablo Enríquez”.

Otro de los cambios es que los puestos de trabajo de los 65 socios de la Cooperativa, no son los mismos que antes. Como el de Rosana Rabbito, que antes de era operaria de limpieza y fue una de las trabajadoras que resistió dos semanas dentro de la fábrica en enero. Hoy está trabajando como costurera, aprendiendo de sus compañeros. “Al principio fue raro, trabajé con máquinas, pero de calzado. Que te den la oportunidad de progresar y aprender es increíble”, exclamó.

“El clima laboral es totalmente distinto, podemos escuchar música, hablar, reírnos… hasta podemos ir al baño, aunque parezca normal, antes no se podía. Trabajamos de 7 a 17 debido a la demanda de clientes”, dijo Mirta.

Pero no sólo están los socios y fundadores de la empresa recuperada, sino que también se abrieron cupos para otros obreros que se quedaron sin empleo. En la cooperativa tomaron a nueve empleados, entre ellos una chica trans, a quién le dieron la oportunidad de que se una a la cooperativa ya que para ellas no hay cupos. “Son mujeres luchadoras y la discriminación que ellas viven es muy fuerte. Es doblemente complicado debido a la exclusión. Vemos la mano de obra, no el aspecto de la persona”, comentó Rosana

La planta de la fábrica es enorme, hay sectores que están vacíos, pero con el tiempo se van a poder llenar, ya que los trabajadores tienen mucha fe de que lo pueden lograr. Sin embargo, costura, corte, confección, transfer y plotter son los puestos que predominan. “La puerta está abierta para la gente que se encuentra sin trabajo, porque lo vivimos y sabemos lo duro que es y más en estas épocas”, explicó Rosana.

Hace pocas semanas les dieron el CUIL lo que hará que puedan facturar de manera legal. La Municipalidad de San Martín los ayudó desde el principio hasta la actualidad. Una de las empleadas dijo que Katopodis paró un desalojo cuando la fábrica estaba de paro y en asamblea indefinida. A esta empresa recuperada no la derrotó el macrismo, allí empezó la unidad, gracias a la lucha.

Durante estos años, muchas Pymes cerraron debido a la crisis que está atravesando el país. Los vecinos y negocios cercanos les dieron una mano, porque fueron sus clientes por años, y siguen siéndolo. “Si una fábrica baja sus persianas, los negocios cercanos cierran porque no hay consumo. Es una cadena”, dijo Popy.

A las y los trabajadores de la “Cooperativa 8 de enero” los meses de lucha y las  asambleas permanentes, los hizo más fuerte. Defendieron sus puestos de trabajo, le ganaron a la patronal que los abandonó y no supieron mas nada. “El trabajar sin patrón es bueno, hacemos la producción a conciencia. Todos estamos progresando, para bien. Esto es el comienzo”, comentó Mirta.