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La peatonal de las persianas bajas
Los comercios en la peatonal Belgrano se encuentran cerrados y enfrentan múltiples dificultades económicas. “La salida es recomponer la industria y que se vayan reactivando todas las actividades. Todos tenemos muchas ganas de volver a empezar”, expresó José Arfuch, comerciante de la peatonal de San Martín.

El Aislamiento Preventivo Social y Obligatorio iniciado el 20 de marzo paralizó la actividad comercial en la peatonal de San Martín. La venta online y por delivery no logra igualar los números de la venta presencial, según expresan los propios comerciantes. La Municipalidad de San Martín envió el pedido para habilitar la modalidad “Take Away”, pero aún no obtuvo respuesta del gobierno provincial, a quien le corresponde otorgar las nuevas habilitaciones.
La peatonal de la calle Belgrano mantiene un incesante movimiento aunque no comparable al existente antes de la llegada del virus. Allí confluían trabajadores de la zona, estudiantes, vecinos y visitantes. Ahora quienes se acercan, lo hacen solo a los bancos para percibir sus ingresos salariales o el cobro de algún ingreso que el Estado nacional ha dispuesto para atravesar la crisis. También hay quienes hacen sus compras esenciales en los mercados de la zona y un puñado de transeúntes que toma aire para sobrellevar el encierro preventivo que obliga el Coronavirus. .
“La Municipalidad de San Martín envió el pedido para habilitar la modalidad “Take Away”, pero aún no obtuvo respuesta del gobierno provincial, a quien le corresponde otorgar las nuevas habilitaciones”
Los comerciantes de la peatonal sufren la caída de las ventas porque al estar inhabilitados para levantar sus persianas, el caudal de compras se pierde. “Es cierto que nos han permitido la modalidad de venta online, pero algunos no estábamos preparados para esa venta y aun asi, no refleja la venta de cuando tenes abierto al público. Hay una merma muy considerable”, afirma a Zorzal diario, Oscar Crespo, que tiene su comercio familiar, “La Favorita Decoración”, desde 1921.

Alfredo Souto, de la panadería y confitería “Santa Marta”, describe su situación: “Nos permiten abrir como panadería, porque es un bien esencial. Pero nosotros al estar en la peatonal no podemos trabajar porque no tenemos público. Al estar todos los negocios cerrados, los clientes no vienen. Tenemos la modalidad de hacer delivery, pero es muy baja la venta y no llegamos ni a un 5% con la venta actual”.
“La peatonal trabaja en el contexto que se da por gente que viene a hacer trámites a la Municipalidad y que viene al banco. O que se acerca al médico, al odontólogo, para ver abogados o escribanos. Al estar eso cerrado, ya es una merma de público importantísimo. Aunque podamos abrir, vamos a estar limitados al comercio zonal de vecinos porque no se dan las otras actividades. Por lo cual va a ser demasiado complejo hasta volver a ponernos en marcha”, agregó Crespo.
José Arfuch, que tiene su marca “Arfuch Indumentaria”, expresa que “se está haciendo muy difícil” ya que la venta online solo representa el 10% de la venta tradicional. “El grueso del público, no compra de esta forma. Por lo menos por ahora, capaz en un futuro se modifique”, continua el dueño de la tienda que se sostiene en San Martín desde 1930.
“Los bancos nos dieron las espaldas: yo fui varias veces a hablar a la sucursal del Banco Santander Río y me dicen que no calificamos. En seis años nunca tuvimos un descubierto, un cheque rechazado y dicen que no calificamos”
La panadería Santa Marta cuenta con 16 empleados, Arfuch Indumentaria, con cinco y la Favorita Decoraciones, con dos. Los tres comerciantes con los que dialogó Zorzal diario cuenta con el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), pero la baja en las ventas y el pago de los servicios públicos les hace dificultoso afrontar el pago del 50% restante que deben depositar los empleadores.
“Me pagan el 50%, pero el otro 50%, por 16 empleados, no lo cubro. Me vino de luz el mes pasado $38.000 y de gas $11.000. Entonces si le sumamos a eso, los salarios, más otras cosas que tengo que pagar, no puedo hacer frente. Además también tengo que pagar el alquiler”, cuenta Souto.

Los créditos con tasas al 24% que impulsó el Banco Central, no son para todos. “Los bancos nos dieron las espaldas: yo fui varias veces a hablar a la sucursal del Banco Santander Rio y me dicen que no calificamos. Que no nos pueden dar lo que le estamos pidiendo. Y tenemos toda la masa salarial en el banco, todas las tarjetas… En seis años nunca tuvimos un descubierto, un cheque rechazado y dicen que no calificamos”, explica Alfredo Souto.
“Los bancos funcionan así. Te dan el salvavida cuando el barco va funcionando y cuando se empieza a hundir, te lo sacan. No se van a comportar distinto en una situación como esta”, asevera Crespo.
El “Take Away” se hace esperar aunque no seria la solución

La modalidad “Take Away”, que en su traducción significa “pedidos para llevar”, es una de las demandas que sostienen los comerciantes gastronómicos, como un primer paso, para la reactivación comercial en los locales. El intendente Fernando Moreira presentó el pedido, en conjunto con otros jefes comunales del oeste, el pasado 18 de mayo.
“No tuvimos respuestas por parte de Provincia para implementar el Take Away en San Martín”, afirmaron voceros municipales. La lentitud en las respuestas por parte del gobierno de Axel Kicillof, parece ser una constante: “Llevo 25 días esperando que me contesten un protocolo… ¿Cuál es el límite? Queremos habilitar los comercios de cercanía”, cuestionó el intendente de Vicente López, Jorge Macri.
“No va a ser la solución para nada. Pero podría ser un avance. Sería una prueba de cómo funciona. Hasta que no bajen los números -de contagiados- somos conscientes que va a ser esta modalidad con uno o dos clientes”, opinó José Arfuch.