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La última mirada de Sara Facio se inauguró en Vicente López
El sábado pasado, la histórica Quinta Trabucco en Vicente López congregó un centenar de personas para recibir “Soy fotógrafa argentina”, la exposición póstuma de Sara Facio que promete ser un hito en la escena cultural de zona norte.
Por Facundo Nívolo

Desde las 12 del mediodía, un flujo constante de visitantes atravesó las puertas de la mansión ubicada en Melo 3050 para deleitarse con un “tapeo” del universo visual de una de las fotógrafas más influyentes de América Latina.
La muestra, fruto de la colaboración entre la Secretaría de Cultura de Vicente López y la Fundación María Elena Walsh-Sara Facio, ofrece un recorrido por la prolífica carrera de Facio. Las curadoras Graciela García Romero y Silvia Mangialardi plasmaron la versatilidad de la artista a través de una selección de obras que abarca retratos icónicos e incluye imágenes nunca antes exhibidas.


Los asistentes se encontraron cara a cara con las miradas penetrantes de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez, capturadas por el lente de Facio. Pero no solo las celebridades tienen su espacio: la exposición también rinde homenaje a los rostros anónimos que Facio inmortalizó durante los funerales de Perón, creando un pequeño mosaico de la historia argentina.
Un sala especial de la muestra está dedicada a María Elena Walsh, celebrando la profunda relación que unió a estas dos grandes figuras durante casi cuatro décadas. Fotografías inéditas, aprobadas por la misma Facio para esta ocasión, añaden emoción para los conocedores de su obra y su romance con María Elena.

La exposición fue concebida originalmente como una celebración de los 92 años de Facio. Finalmente, se convirtió en su despedida artística tras su fallecimiento el 18 de junio pasado. Sin embargo, el espíritu de Facio permea cada rincón de la muestra: ella misma aprobó el diseño en una escena que, cuentan sus organizadoras, sucedió en la casa de la autora, desplegando las obras en la mesa de su cocina. Allí se alegró por observar lo que sabía, sería su última exposición.




Las puertas de la casona estarán abiertas de martes a sábados, de 10 a 18 horas, con entrada libre y gratuita. “Soy fotógrafa argentina” no es solo una exposición; es un testimonio del poder de la fotografía para capturar una parte de la esencia de los años 60s y 70s en Argentina. El legado de una fotógrafa, editora y curadora, que alteró para bien, la historia de la fotografía del siglo XX.