Las definiciones nacionales se expresan en el cierre de listas de San Martín
En estas últimas semanas se demostró que la alquimia electoral nunca se reduce a la suma de partes, con sus respectivas mediciones de intención de voto. Ni Pichetto ni Alberto Fernández medían particularmente bien en las encuestas. El compañero de fórmula de Macri no tiene caudal de votos propios, y hasta perdió en Río Negro, donde cosecha una imagen negativa del 80%. Poca capacidad de anticipar los escenarios han mostrado las encuestas. Pero a 9 días del cierre de lista pueden servir para despuntar el vicio.

Esta semana se conoció en San Martín una encuesta, encargada por Matías Lobo -funcionario de Patricia Bullrich-, donde se expresa que la imagen positiva de Santiago López Medrano -de la banda de María Eugenia Vidal- es equiparable a la de Gabriel Katopodis: 56% (sumando las categorías buena y muy buena).
La encuesta comparaba datos incomparables. La medición está hecha sobre un universo muchísimo menor: el 89 por ciento de los encuestados sabe quién es el intendente, mientras que a López Medrano lo identifican apenas el 9%. De hecho a Lobo lo conocen más: el 13%. Sólo a esas personas que los conocen se puede preguntar si tienen una imagen buena o mala sobre ellos. Después estaba la pregunta sobre Alberto Fernández vs. Mauricio Macri. Y lo que se ve es una paridad absoluta, y una elección absolutamente polarizada entre ellos dos, donde cualquier otro candidato queda desdibujado.
Lavagna favorece a Les Fernández. Ayer en San Martín se reunieron los salieris del economista en el sindicato de Comercio, donde varios de los participantes “empezaron a conocerse”. Quieren tentar a Graciela Camaño como candidata a gobernadora.

Dos candidatos
Todas las novedades nacionales incidieron en el tablero local. Con la vocación de asumir un tercer mandato, Gabriel Katopodis viene mostrando mucha obra pública y acusando al Gobierno Nacional de haber desordenado las vidas de los ciudadanos, con su política tarifaria, con una inflación desatada, con el desfinanciamiento de escuelas y hospitales. Se había pronunciado a favor de la estrategia de Cristina aún antes del anuncio de Alberto Fernández, con quien había compartido la aventura de Randazzo. El acuerdo con Massa a nivel nacional no es un inconveniente en el plano local.
López Medrano se saca fotos con Carolina Stanley en algunos barrios del área Reconquista, donde impulsan la construcción de un camino paralelo al Buen Ayre, el Camino del Borde, con financiamiento internacional, que genera varios inconvenientes a su paso: viviendas que hay que relocalizar, por ejemplo. El Túnel de Sarratea, entre Villa Hidalgo y Boulogne viene retrasado y ha provocado protestas de vecinos y comerciantes de la zona. El ex intendente Carlos “Tato” Brown, que lidera el ranking de imagen negativa, acaba de sumarse a las huestes del macrismo. Ricardo Ivoskus y Matías Lobo también aspiran al sillón más importante de la municipalidad.
El cierre con Pichetto en el orden nacional es muy cómodo para Cambiemos: no cuenta con una estructura, las facciones locales del macrismo no deben relegar lugares para contener a los nuevos. No pasa lo mismo con Massa, que provoca miles de rencillas en casi todos los distritos del país. El lugar en las listas se reduce, y habrá lugar a algunas colectoras. En el caso de San Martín la historia puede resultar una de las más ordenadas, porque el joven Juan Eslaiman mantiene diálogo asiduo con el peronismo local. Las listas cierran el sábado 22 a la medianoche, quedan 9 días.
Y todavía queda un escollo más para Katopodis, donde habrá que ver si se da lugar a una interna. Hernán Letcher, según la misma encuesta, tiene un nivel de conocimiento del 67%, y dentro de ese universo tienen una imagen positiva de 51%. La imagen positiva del actual intendente, que deberá plebiscitar su gestión, alcanza el 56% de las personas que tienen una buena imagen de Katopodis, siendo que lo reconocen el 89% de los vecinos de San Martín. Hay versiones de que podría ser candidata a concejal una militante de La Cámpora impulsada por el diputado provincial Lauro Grande.

Lo nacional en la vida cotidiana
Mientras tanto, con PASO o sin ellas, la definición nacional impactará en los destinos del distrito. Aun reconociendo que la cantidad de votos que aporta San Martín, en el marco de la primera sección electoral, es influyente en los totales generales, la discusión política es nacional.
El electorado definirá si se identifica con Macri o con Alberto. Los principales columnistas de los grandes diarios se entusiasmaron con la idea de estructurar una campaña que polarice las ideas de orden republicano versus populismo venezolano, como si fuera posible fijar esta lectura respecto de la candidatura del senador Miguel Ángel Pichetto como vicepresidente de Mauricio Macri. ¿Ya no son lo nuevo, lo que viene de afuera, y ahora son el orden republicano?
Más bien fijan la idea de que Les Fernández son la amenaza de transformar a la Argentina en una Venezuela populista, pobre, desabastecida y violenta, culpando a la corrupción como el causante de todos los males. Un discurso bastante corto, aunque hay que reconocer la habilidad de los equipos de comunicación de Cambiemos de volver cercanas cosas que son lejanas, de hacer que parezcan cotidianos algunos enunciados abstractos. Tienen esa capacidad de generar marcos simbólicos: así hacen uso de Pichetto, un peronista de la elite, que amplia desde lo discursivo, sin ninguna base social ni estructura política, ni caudal de votos que lo avale.
Ahora bien, el deterioro económico produjo la baja en las intenciones de voto a presidente. Lo económico no determina lo electoral, pero lo condiciona. Está vivo el recuerdo de “la meseta” económica de 2015, que a 4 años parece una paraíso. La imagen negativa de Macri no para de crecer. Hace una semanas, uno de los columnistas estrella de Clarín contaba con preocupación que en un grupo focal de menos de 45 años, un hombre que había votado a Cambiemos en 2015 y 2017 fue expresando su enojo durante toda la reunión, hasta que terminó sintetizando una idea: “Amo a la chorra”. Y además Alberto no es Cristina, y tiene la oportunidad de construir un perfil propio.
