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Los héroes de la pandemia, en riesgo
Según datos oficiales del Gobierno Bonaerense, los trabajadores de la salud contagiados de COVID-19 de la región ascienden a 13.719, de los cuales 10.639 se recuperaron y 58 perdieron la vida, hasta la fecha. El pasado domingo Luis Hönig, médico traumatólogo del Hospital Eva Perón, perdió la vida a causa del virus. Lo había contraído cuando asistió a una mujer que cursaba un paro respiratorio y resultó ser positiva de COVID-19. Días atrás, el enfermero Ariel Herrera, que ejercía en un Centro de Atención Primaria de Villa Hidalgo, también había fallecido a causa de la enfermedad. Sus compañeros los recuerdan, y relatan cómo es seguir poniendo el cuerpo cada día con pérdidas tan significativas.

El pasado Domingo se conoció la triste noticia de que Luis Hönig (55), médico traumatólogo del Hospital Eva Perón, padre de dos hijos y sin ninguna enfermedad preexistente, perdió la vida.
Ariel Folchi es médico cirujano y compartió la guardia del Hospital Castex durante 10 años con Luis, tiempo en que forjaron una gran amistad. En una charla con Zorzal diario, Ariel recordó cómo por salvarle la vida a una paciente, Luis se contagió del virus: “El pasado 10 de Agosto alrededor de las 21 hs. llegó un auto a los bocinazos a la guardia del hospital. Un hombre a los gritos pedía ayuda para su mamá. Luis pasaba por la guardia, aunque no estaba atendiendo, pero por impulso y vocación de servicio acudió inmediatamente a auxiliar a la mujer: se metió dentro del auto, la colocó en una camilla y la llevó al shockroom. Allí comenzó a realizarle maniobras de reanimación hasta que la pudo estabilizar. La paciente a la que le salvó la vida resultó ser positiva de Covid-19, y se contagió. Su impulso de ayudar fue más fuerte que su instinto de supervivencia.” relató su compañero.
“La paciente a la que le salvó la vida resultó ser positiva de Covid-19, y se contagió. Su impulso de ayudar fue más fuerte que su instinto de supervivencia.”
Ariel Folchi, médico cirujano. Amigo y compañero de guardia de Luis Hönig durante 10 años en el Hospital Castex .
El cirujano contó que su amigo era un gran profesional, pero mejor persona: “Era un tipazo de buena cepa: voluntario, servicial, siempre predispuesto, compañero, con vocación de servicio. Era un gran promotor de la unión de la guardia, poniendo buena onda: hacía gala del compañerismo.”. También relató la complejidad de “perder un gran compañero y amigo” y “poner todos los días el pellejo” en medio de un contexto cada vez más complejo: “Seguimos acá dando pelea, pero notamos su ausencia. Hoy la guardia duele mucho, se nota en la mirada de cada compañero. Espero que se pueda tomar conciencia, es muy incongruente lo que vemos con lo que vivimos. Es triste ver cómo muchas personas actúan con tanta irresponsabilidad.”, reflexionó.

Por otra parte, aseguró que resulta lamentable el rol que ocupan algunos medios que “canalizan la angustia de la gente por la falta de dinero y la larga cuarentena hacia la bronca, fogoneando marchas y actos grotescos. Es doloroso porque uno se la juega a diario”. Al respecto, agregó que “lo que dijo Pichetto de que los infectólogos no van a poder salir a la calle, es muy grave. Los asesores de salud del gobierno son eminencias en la medicina, no tienen banderas políticas.”
“Lo que dijo Pichetto de que los infectólogos no van a poder salir a la calle es muy grave. Los asesores de salud del gobierno son eminencias en la medicina, no tienen bandera política.”
Folchi advirtió que “somos un país subdesarrollado con las falencias que eso conlleva. En el primer mundo con toda su tecnología, bienestar socioeconómico, esta pandemia hizo estragos. Lo que pasó en Europa, lo que se vio en Nueva York: el Hospital Mount Sinai, uno de los hospitales con la más alta complejidad en el mundo, acumulando cadáveres en camiones frigoríficos. En el primer mundo no existen villas, ni conurbano.
No hay que ser muy lúcido para imaginar lo que la pandemia puede provocar acá.”
El pasado lunes el director del Castex, Alejandro Saied, junto a todo el personal de salud del hospital realizaron un sentido homenaje a los cinco compañeros caídos por COVID-19. Entre los que murieron se encuentran el instrumentador Miguel Codino, el camillero Ernesto Maldonado, las enfermeras Silvia Chiappa y Roxana Díaz, y un médico, Luis Hönig.

Otra pérdida en batalla
Ariel Herrera tenía 45 años, dos hijos y hacía más de veinte años que ejercía su profesión de enfermero para la comunidad de San Martín. Era docente de la Carrera de Enfermería en la UNSAM y en la Universidad Nacional de José C. Paz. Actualmente, gran parte de su trabajo lo llevaba adelante en el Centro de Atención Primaria de Salud 17 (Caps).

“Era muy compañero, te atendía siempre con una sonrisa.” expresó Silvia Bagnato, vecina de Villa Hidalgo, donde se encuentra el Caps 17.
“Hace un par de años hicimos un operativo sobre Dengue y me acompañó a todos lados. Era un pibe muy comprometido con la comunidad de Villa Hidalgo.”
Ariel falleció el 19 de Agosto, peleando contra el Coronavirus en la primera línea. Sus aumnos de 4to año de la Licenciatura de Enfermería de la UNSAM, publicaron una carta a modo de homenaje y despedida: “Ha dejado y dejará por siempre un inmenso vacío en la comunidad de enfermería y de la UNSAM. Pero su lucha, esa lucha que lo caracterizaba y lo acompañó hasta el final, ha sido su mayor legado, junto con el compromiso profesional y humano tanto en la comunidad, en la atención, en la educación y en el cuidado.”. En la carta, los estudiantes también se ocuparon de agradecerle por promover el “arte del cuidado en cada uno de ellos, con “paciencia infinita y confianza plena”: “Vamos a recorrer la Comunidad y a promover la participación comunitaria en su nombre. Otro héroe quedó en la trinchera, firme hasta sus últimos días.”

Por Silvia Cristofaro y Delfina Pedelacq