Luna llena en Capricornio, Sol en Cáncer

Este miércoles 13 de julio de 2022 la luna llena en Capricornio se posiciona en perfecta oposición al sol en Cáncer a las 20:37. “Cáncer hace un guiso nutritivo con lo que hay, y de ahí comen todes; pero Capri me exige que haya más”, ilustra Tobías Oliver Siccardi, en un texto que ofrece claves para practicar una Astrología Vivencial con las energías disponibles. 

Spoiler alert: es una luna muy autoexigente, que puede conducir a la frustración. Consejo principal: tratar de apelar al humor, y compartir esta conciencia de la autoexigencia con los vínculos sanos y amoroses, como refugio.

Por Tobías Oliver Siccardi ** 

La luna está llena porque el sol está en oposición, y esto es algo que está bueno tenerlo en cuenta siempre: la luna nos permite ver el aspecto que tiene con el sol gracias al reflejo de la luz. Cuando la luna está nueva, cuando está completamente negra, está pegada al sol; pero cuando está llena, desde el punto de vista de las personas está en oposición: de un lado de la tierra está el sol y del otro está la luna. En una oposición respecto de nuestro punto de vista. Y después están las cuadraturas: que son cuando la luna está menguante o en cuarto creciente

La oposición y la conjunción hablan de un vínculo de interacción saludable entre el sol y la luna, o de búsqueda de la salud. ¿Por qué? Porque el sol trae consciencia… es una especie de productor de “yo”, de luz, de contenidos que asocio al “yo”. 

La luna tiene que ver con el inconsciente, con las necesidades básicas, con las necesidades emocionales, con los hábitos adquiridos y con toda una serie de mecanismos internos que deben funcionar separados del “yo”, porque suceden sin pensar en ellos, porque garantizan nuestra supervivencia

En la conjunción entre el sol y la luna, el “yo” permite ponerle conciencia a estos mecanismos instintivos de supervivencia. El sol me permite ser consciente particularmente de los diferentes vericuetos que tiene la luna a la hora de cuidarme. 

La oposición es un aspecto de separación. Es un aspecto en el cual ambos términos, sol y luna, se dan consciencia: la luna al sol, de las emociones; el sol a la luna, del “yo”, y de la gestión que tiene el “yo” de sus recursos. Se dan consciencia entre sí pero a través de la separación.

Entonces, la luna está llena, está llena de luz, es un proceso de posibilidades altísimas para dar cuenta de mis mecanismos emocionales, de mis mecanismos vinculares, de mis hábitos, de cómo vivo mi día a día. Es un momento ideal para dar esa vuelta de rosca que necesito para saber que me está pasando, que estoy sintiendo, porque a veces no me termino de dar cuenta, qué cosas me pasan en mi casa, qué cosas me pasan con mi familia, con mis vínculos, emocionalmente.

Es un gran momento para eso. Si además, superponemos a la propia oposición entre la luna y el sol el hecho de que la luna está en capricornio y el sol está en cáncer, este momento habla estrictamente de cómo nos cuidamos, cómo cuidamos, cómo es nuestra responsabilidad afectiva, hacia quién brindamos esta responsabilidad afectiva. ¿Les elegimos o no les elegimos? ¿Somos conscientes o somos inconscientes cuando cuidamos? Es un momento ideal para revisar estos aspectos.

Conciencia de los ciclos

Si nos ponemos a pensar en el Inti Raymi estamos ante la primera luna llena del año. El Inti Raymi este año fue el 22 de junio, en el solsticio de invierno, cuando el sol estuvo en su punto más lejano respecto de la tierra. Ese día se recuerda que el sol y su energía aseguran la continuidad y renovación de la vida. Entonces estamos ante una luna llena de los comienzos, una luna llena de la consciencia de nuestros adentros, de la consciencia de los hábitos. Es la luna llena que me permite saber qué estoy haciendo en la raíz, y por lo tanto es la luna llena que me permite saber que voy a estar haciendo en la copa (del árbol), cuando llegue la hora de extender mis ramas. 

Hay una cuestión de orígenes, de comienzos, de primeras puntadas, en esta luna llena. Si nos ponemos a pensar en el zodíaco completo esta es la luna llena del primer cuarto, por decirle de alguna manera. Ya pasó aries, ya pasó la luna llena del primer comienzo de sol en Aries con luna en Libra. Ahora llegamos a Cáncer y está la luna en Capricornio. Después el sol va a llegar a Libra y va a estar la luna en Aries. En enero va a llegar el sol a Capricornio y va a estar la luna llena en Cáncer. Y ahí va a ser el cierre de este proceso de cuatro lunas cardinales, en meses cardinales.

Este mes de julio y esta luna llena vienen a marcar el primer freno groso que yo doy para saber qué recursos tengo, que expectativas, que estoy deseando desde el comienzo del proceso, cuando fue aries, y por lo tanto, ordenar el mundo interno para saber hacia dónde voy a dirigir esta energía los próximos seis meses del año. Es una oportunidad para tener el mundo interno organizado para poder direccionar esta energía con mucha más puntualidad porque sé qué es lo que deseo y sé que puedo elegir.

Aspectos a trabajar

Esta luna llena es una oportunidad para trabajar cuestiones ligadas a las emociones y al mundo familiar. Vamos a experimentar sensaciones de muchísima emocionalidad, no por la carga de la luna en sí, sino por el hecho de que esté en oposición a Cáncer. 

La luna en capricornio nos quiere hacer sentir independientes, nos quiere hacer sentir autogestivas, con capacidad de poder efectivamente sostenernos a nosotres mismes, poder solas/es. La luna, que siempre es niñe dentro nuestro, se siente llamada a “ser grande”. Y la respuesta a todos estos planteos es una emocionalidad fuerte: internamente nos vamos a estar cuestionando si podemos o no podemos bancar determinada situación solas, si somos independientes. 

Entonces es un buen momento para no exigirse madurez ante ciertas situaciones cuando no estoy pudiendo, porque los factores externos me muestran que no es mi falta de voluntad. Por ejemplo si no puedo comprar algo que estaba planificando, o si se retrasa un mes una mudanza, o si no puedo concluir un proceso de separación. Es un momento para frenar, analizar los contextos, y no frustrarse. 

Hay cuestiones que es importante no permitir que recaigan sobre nuestra individualidad, hay cuestiones de lo económico y de lo vincular que están complicadas, hay mucha sensación de incomprensión, es un punto para entender las causas y entender el contexto, y ser más amable con une. 

La luna desde capricornio dificulta un poco esta amabilidad con une misme, pero es importante distinguir que el contexto no habilita a concretar algunos deseos. La luna en Capricornio obviamente no va a estar contenta con esa respuesta, pero es justamente lo que el sol en cáncer le viene a mostrar. Hay causas que tienen que ver con el hábitat en el que estamos, con los espacios que habitamos, con la particularidad del lugar en el que estoy. 

Cada contexto va a tener sus planteos, y muchas veces esos planteos no me van a permitir algunas cosas, entonces ahí es cuando tengo que entender “cancerianamente” que a veces los contextos habilitan determinadas cosas o no. Y “capricornianamente” entender cómo gestionar los recursos que están habilitados para poder llegar a algunas de estas cosas que vengo deseando.

Arquetipos

Cáncer, Capricornio, Aries y Libra, componen la cruz cardinal de los comienzos. Los otros son los fijos, que anclan el deseo de los cardinales, y mutables, que transforman lo anclado, para que se pueda desear algo nuevo, hacia un nuevo comienzo.

Estos cuatro arquetipos que nombramos hoy tienen que ver siempre con el deseo: 

Aries es el deseo propio, hacia afuera; 

Cáncer es el deseo grupal, hacia adentro, los míos; 

Libra es un deseo interno sobre el otre; 

Capricornio es un deseo muy propio hacia lo colectivo y hacia lo individual. 

En lo capricorniano el deseo está puesto afuera, y la potencia está puesta afuera, porque tiene que ver con lo público, con las instituciones, con las estructuras, tiene que ver con las normas, con las reglas, con la responsabilidad, el deber ser. 

Y por eso es que la luna en Capricornio me pide autonomía, me pide autogestión, me pide poder, me pide “ser grande”. Pero en el signo de Cáncer la energía va hacia el adentro, y el deseo está puesto adentro, porque tiene que ver con la familia, los hábitos, la casa, el hogar, la tranquilidad, el lugar propio, la nutrición, los nuestros, los míos, los grupos, la pertenencia.

El encuentro de un sol en Cáncer con una luna en Capricornio hacen que se encuentren la consciencia del deseo propio, del círculo más íntimo, con la conciencia de que hay cosas que yo me exijo a mi misme individualmente, hay cosas que quiero hacer, que quiero ser, y que tengo que trabajar para ello. 

Entonces, el sol en cáncer va a saber qué recursos tengo, que recursos tienen les que conozco, y capri me va a exigir. Y en eso voy a tener que ver qué hacer con esto que cáncer logra percibir tan bien: lo que hay. Cáncer hace un guiso nutritivo con lo que hay. Y de ahí comen todes: no comen un par. Cáncer hace con lo que hay. Y Capri busca que haya más. Quiere más recursos. Ese diálogo va a estar muy presente. 

Cáncer es cuidado, mandato familiar, adentro, emoción. Capri es restricción, responsabilidad, deber ser, mandatos sociales.

Lo que hoy se produzca va a dialogar con lo que pasó en marzo, en relación a aries y mis deseos; y va a dialogar en septiembre, con libra, y quiénes son los otres con los que cuento para trabajar. 

Tobías Oliver Siccardi * es una persona no bianaria, astrologue y artiste autogestive del barrio de San Andrés.