Por Leo González, Malena Tello y Facundo Cuesta La cooperativa Caracoles y Hormigas nace hace más…
Meter las manos en la tierra para encontrar soluciones
El “Bosque Urbano” realizó el sábado por la tarde una jornada de “huertas abiertas” junto con la “Red de Huertas Agroecológicas de Argentina”. Estas jornadas contaron con charlas, trabajo de la tierra y concientización ambiental. Cómo en San Martín, se llevaron adelante de manera sincrónica en otras huertas agroecológicas y comunitarias del país.

“Bosque Urbano” es una Reserva Ambiental Ecológica y Nativa, ubicada en la calle Martín de Irigoyen 3000, frente a la entrada del “tornavías” de la UNSAM. Este espacio tiene como principal objetivo educar para la transformación de la realidad actual, es un Laboratorio Vivo que trabaja para la sustentabilidad buscando respuestas para el cambio positivo a los problemas socio ambientales que enfrenta nuestra sociedad.
El sábado pasado, desde las 15 horas, más de veinte personas se acercaron para participar de la jornada que comenzó con una charla para la reflexión sobre la soberanía alimentaria y la alimentación saludable.
“La alimentación sana la entendemos como un camino hacia la soberanía alimentaria, problematizando el acceso a los alimentos sanos, sabrosos, nutritivos y seguros, porque entendemos que esta buenísima la acción de tener huertas donde reproducir los bancos de semillas en la ciudad”, expresó la docente popular especializada en temas ambientales, Flavia Yanucci, quien también llevó adelante la charla.
En diálogo con Zorzal Diario, Flavia contó que es necesario reflexionar de manera crítica sobre estos problemas por la realidad de emergencia alimentaria que atraviesa nuestro país: “Argentina tiene índices altísimos de malnutrición en menores de edad y en las provincias tenemos cifras altísimas también de cáncer por la convivencia de muchos pueblos con agrotóxicos”
Desde el espacio “Bosque Urbano” creen que las ciudades deben tener una mirada crítica constructiva sobre estos problemas, “meter las manos en la tierra” pero también buscando soluciones.
Después de finalizar la charla, quienes participaron de la actividad inauguraron dos “Bancales”, que son canteros preparados y listos para sembrar. Los dos homenajean a mujeres luchadoras, uno fue nombrado “Berta Cáceres”, conmemorando otro año de su asesinato y el segundo recibió el nombre de “Norita Cortiñas”, la histórica abuela de plaza de mayo.
También realizaron una barrera de protección para los árboles, que muchas veces son dañados por las personas que utilizan una parte del predio para estacionamiento. Esta barrera la realizaron con materiales reciclados como llantas de autos. Quienes llegaron al BU por primera vez, recorrieron todo el bosque para conocer desde los inicios la historia del espacio.

Un poco de historia
El espacio BU (Bosque Urbano) surge por la motivación y propuesta de unos pocos estudiantes de la Licenciatura en Análisis Ambiental. Fue aceptado como proyecto de voluntariado de extensión universitaria en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) a fines de 2008.
El principal objetivo del proyecto fue crear una Reserva Ambiental Ecológica y Nativa y un vivero experimental. Para ello, fue necesario reforestar con plantas nativas un predio lindero al campus, usado por el mundo académico como estacionamiento. Algunos de sus objetivos manifiestos son: reconvertir ese espacio cedido en un laboratorio vivo y en un centro autogestivo de experimentación y aprendizaje, promover y difundir la ecología, la soberanía alimentaria, la permacultura, los alimentos agroecológicos y la tecnología sustentable.
Así lo expresa el artículo segundo del proyecto de estatuto para conformarse como asociación civil. Hoy el predio cuenta con más de 200 especies nativas en tierra, huerta, vivero de nativas, construcciones ecológicas, horno de filtros, dos biodigestores y cocina ecológica.
Diversas escuelas y organizaciones han pasado por el predio y se plantaron a lo largo de los años más de 3500 ejemplares autóctonos en el territorio de San Martín. Además de dichas tareas, el BU investiga nuevas energías y tratamientos de agua, es un espacio de innovación tecnológica amigable con el ambiente. Muchas de las tareas de investigación y divulgación también se llevaron a cabo y acompañado en propuestas como Revina, Escuela de Antropoceno, cátedra América Latina Ahora o Nunca, círculo de Soberanía Alimentaria, Congreso Quechua, Convergencia de Permacultura y Pasantías al MOCASE.









