¿Qué es el Salario Básico Universal?
El proyecto Salario Básico Universal apunta a brindar una respuesta a más de siete millones de personas, con un costo fiscal de apenas el 0,9% del PBI. Un bajísimo costo que generaría un inconmensurable beneficio.
Después de la pandemia, y con la crisis inflacionaria producida, entre otros factores, por la suba en el precio de los commodities (es decir, la materia prima con que se producen los alimentos), provocado por la guerra en Ucrania (y las sanciones a Rusia), una pregunta se estableció en todos los gobiernos: ¿Qué hacer con la enorme desigualdad en que se encuentra sumida la sociedad actual? Algunos respondieron con la intervención estatal. Otros, no respondieron.
Entre los objetivos que se destacan cabe mencionar la reducción en la tasa de indigencia, la equidad de género en materia económica, ya que la mayoría de las personas excluidas son mujeres de entre 18 y 64 años, la protección social de los y las trabajadoras, ampliar la seguridad social y promover el empleo, desarrollar el sector de la economía popular, impulsar el federalismo a lo largo y ancho del país, así como también redistribuir el excedente producido por nuestra sociedad.
Tanto para la aplicación, el control, la auditoría sobre el SBU (Salario Básico Universal) se establece la creación del Registro Nacional del Salario Básico Universal (ReNaSBU) como la Autoridad de Aplicación. Dicho órgano, estará a cargo, también, de establecer la metodología de inscripción de los y las beneficiarias, quienes deberán responder al beneficio con prestaciones establecidas en el proyecto, desde formación profesional hasta el desarrollo de actividades sociocomunitarias.
El espíritu de la ley
El proyecto, firmado por el diputado Itaí Hagman, fue presentado junto a los legisladores Natalia Zaracho, Leonardo Grosso y Federico Fagioli. Y contó con el apoyo de diversas organizaciones y movimientos sociales, así como con un amplio respaldo político de gran parte del oficialismo.
“Las políticas de ingreso y seguridad no resuelven el desafío del desarrollo humano integral; tampoco el acceso pleno al derecho a la tierra, al techo y al trabajo, pero proporcionan un piso de derechos que permite resolver lo urgente para avanzar luego en lo importante”, así puede leerse en la fundamentación del mismo una clara muestra de la traza política con que fue pensado.
A este articulo bien podríamos llamarle “Democratización de la política o Instrucción cívica a domicilio”, ya que lo que se propone es acercar aquello que se debate en el Congreso, es decir, aquello que debaten quienes fueron elegidos para hacerlo. En este caso, la creación de un Salario Básico Universal, en el contexto de un mundo que ha empezado a cambiar fuertemente y no tiene pensado detener su marcha.
La política es una herramienta maravillosa para la sociedad, cuando funciona para la sociedad. El periodismo también.

