Se conmemoró el Día de la Memoria en la Unidad Penitenciaria de San Martín
“Decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror. Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional”, escribió Rodolfo Walsh en su Carta abierta a la Junta Militar el 24 de marzo de 1977.

Fotografía: Evelyn Schonfeld.
Al borde del distrito, sobre el camino del buen Ayre y lindero al Ceamse, se encuentra el complejo penitenciario conurbano norte donde funcionan las unidades 46, 47 y 48.
En esta última se encuentra el Centro Universitario de San Martin (CUSAM). un espacio educativo que funciona desde hace más de diez años, y donde tanto los detenidos como el personal del servicio penitenciario pueden realizar carreras universitarias como sociología.
Este miércoles, en el marco del Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia, desde el centro de estudiantes del Cusam llevaron adelante un homenaje a los detenidos y desaparecidos de la última dictadura cívico militar.

Fotografía: Evelyn Schonfeld.
“Un 24 de marzo hace 45 años nuestro país sufrió un golpe de Estado que desencadenó la dictadura militar más trágica y violenta de la historia Argentina, que dejó heridas sin sanar y que dolerán siempre”, comenzó su discurso de apertura Abel Diaz, vicepresidente del centro de estudiantes del CUSAM.
Entre los alambrados que cercan el edificio, lxs estudiantes dispusieron sillas y bancos de escuela en forma de semicírculo alrededor de la entrada al CUSAM. Pañuelos blancos cuelgan desde la media sombra que mitiga un sol abrumador. La bandera argentina y la de la provincia de Buenos Aires, delimitan lo que es el escenario.
“Entendemos que la educación es el pilar de la transformación de los sujetos. Debemos construir una mirada común en donde el objetivo sea eliminar todo tipo de prácticas que se entiendan como una violación a los derechos humanos, pero para eso debemos empezar a cambiar nosotros, no podemos naturalizar que los penales tengan una superpoblación de más del cien por ciento y mucho menos naturalizar la falta de asistencia médica”, enfatizó Abel.

Fotografía: Evelyn Schonfeld.
En la primera fila se encontraba el secretario de inclusión del ministerio de justicia, el ministerio de derechos humanos, el director del Servicio Penitenciario Bonaerense, el secretario de desarrollo social de la municipalidad de San Martín Oscar Minteguia, el rector de la UNSAM Carlos Grecco, el diputado nacional Leonardo Grosso y la intendenta de Moreno Mariel Fernandez.
El centro de estudiantes lleva el nombre de Azucena Villaflor, una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, que en abril de 1977 comenzaron a juntarse en la plaza para buscar a sus hijxs secuestrados por la dictadura.
Un cartel gigante en blanco y negro, que expone los rostros de todos y todas las desaparecidas de San Martín, se instaló para la ocasión debajo de una pintada que recuerda al “Negrito de Avellaneda” a la izquierda de la entrada principal al CUSAM.
De fondo sonaba “La memoria” de León Gieco, en un loop constante. Abel enumera una larga lista de agradecimientos a las personas y organismos que se acercaron y cierra: “El mejor homenaje a la lucha de aquellos que dieron la vida por un mundo mejor, es seguir adelante de la mejor manera que sabemos, que es educándonos, para salir afuera a transformar nuestros barrios”.
Treinta y ocho años de democracia nos separan de aquel momento. La certeza de no volver a atravesar situaciones similares está, pero algunos oradores recuerdan que todavía hay sectores de la sociedad que reivindican la dictadura y que aún hoy imperan algunas de esas lógicas de aquel tiempo.
Se acercó al micrófono la sobrina de Ricardo Gaona, un militante desaparecido. Con la voz pausada de emoción, expresó: “Mi tío fue perseguido pero eso no lo detuvo. Doy gracias a las abuelas y madres por su incansable lucha y a políticas de gobierno como las de Néstor Kirchner que reivindicó el deseo de memoria, verdad y justicia. Aún veo a mi padre sufrir a diario las consecuencias de estos hechos que marcan la vida para siempre”.
Por su parte, el diputado nacional Leonardo Grosso (Frente de Todos), hizo referencia en su discurso a la carta abierta de Rodolfo Walsh y en ese sentido mencionó las políticas económicas que la dictadura impuso, que todavía hoy afectan al pueblo argentino. “El mejor homenaje que les podemos hacer a los desaparecidos y desaparecidas es construir la sociedad por la que ellos pelearon y nosotros y nosotras peleamos también”, reflexionó el dirigente del Movimiento Evita.

A su vez, el rector de la UNSAM, Carlos Grecco habló sobre la posibilidad de superación y transformación, que sólo es posible con la educación y el conocimiento: “Nos construimos sobre valores, pero estos valores de la memoria, la verdad y la justicia son una parte esencial”.
El Centro Universitario también se sumó a la campaña “Plantamos memoria”. Mientras circulaba la palabra en el escenario, en medio de todas las sillas, como otro espectador se encuentra un árbol de palta de un metro de alto, listo para ser trasplantado a la tierra. Una chapita amarilla en una de sus ramas indica de dónde viene y a dónde va. “Bosque Urbano – CUSAM”.


“Todas las promesas que se van
Y los que en cualquier guerra se cayeron
Todo está guardado en la memoria sueños de la vida y de la historia”
Sobre León Gieco, resuenan en el parlante las palabras de Silvana: “Digamos nunca más por los que ya no están y nunca más por los que todavía estamos”. Las cárceles siguen colmadas de desterrados, pero esta vez desde adentro se escucha “memoria, verdad, justicia y libertad”.




