El periodista Facundo Nívolo volvió al oratorio de la difunta correa luego de 30 años. Su…
Salas de teatro: peligra el futuro de la actividad
Las salas de teatro independiente del distrito acompañan la cuarentena para pelear contra el Coronavirus: “sin vida no hay cultura”, afirman. Pero piden a los distintos niveles del Estado, políticas de acompañamiento permanente durante la pandemia y hasta que se normalice la actividad.

Las salas de teatro independiente de San Martín se encuentran en peligro. “Los recursos son insuficientes para atender las necesidades de un sector tan vulnerable como el nuestro, que queda en serio riesgo de desaparecer”, comunicaron a través de un video conjunto. Las salas que se encuentran en el partido son: el Centro Cultural Espacios, Las 4 Plumas, el centro cultural Ana Pavlova, La Asociación Vecinal Socio-Cultural Teatralizarte y Entelar Espacio.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, decretó el 12 de marzo la Emergencia Sanitaria, que implicó la suspensión de todo evento cultural, artístico, recreativo, deportivo y social, en primera instancia, por el plazo de 15 días. A partir de allí los centros culturales dejaron de abrir sus puertas a la comunidad. Comenzaron su larga cuarentena y, luego, a partir del 20 de marzo, llegó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, dictado en todo el territorio argentino.
“Desde el primer día quedamos afectados a esa normativa y nuestra actividad va a ser la última en volver. Cuando el decreto se levante y nuestra actividad pueda volver, habrá toda una cuestión de estigmatización, porque está instalado que entrar a una sala de teatro es equivalente a estar expuesto a una tremenda situación de riesgo”, afirmó en diálogo con Zorzal Diario, Omar Álvarez, director del Centro Cultural “Espacios”, de Villa Ballester.

Andrea del Favero cuenta la situación que vive en el Entelar Espacio: “Estamos utilizando nuestros propios recursos para sostener el espacio con todos sus gastos, se nos hace muy difícil. Aún en estas condiciones, sentimos que nuestro compromiso primordial es seguir en contacto con toda nuestra comunidad: utilizando creativamente todas las formas posibles que nos ofrece la tecnología para contenernos y continuar brindando arte. Y, por supuesto, generar todos los procedimientos necesarios para estar preparados cuando podamos volver a encontrarnos en la sala: los actores, las obras y el público, formando ese convivio maravilloso e indescriptible que es el teatro”.

En la Sala Las 4 Plumas, Pablo Drigo, manifestó que el teatro que disponen en San Andrés es alquilado.“La estamos pasando difícil. Los gastos más grandes son el alquiler y los créditos que tomamos para poder arreglar el espacio, que llevaba cerrado y abandonado 25 años”.

Liliana Tasso, directora del Pavlova, afirma que “los espacios se quedaron de un día para el otro sin sus ingresos para sostener gastos de impuestos, servicios y mantenimiento. Muchos de trabajadores, que son profesionales de las artes o de la gestión cultural, están sin otros ingresos: se encuentran en una situación desesperante”. Y agrega que “los trabajadores artistas, en general, son informales por las condiciones precarias en las que se mueve el arte independiente en Argentina”.

Salas sin respuestas
Las entidades mantienen reuniones con las autoridades de San Martín, que funciona como primera ventanilla de reclamo al Estado, frente al gobierno provincial y nacional. Carlos Canavese es director de Teatralizarte, que está ubicado en el barrio de Villa Maipú: “en una reunión por streaming con la representante de Cultura, donde todos esperábamos con muchas esperanzas alguna decisión de todas las propuestas que presentamos, la respuesta fue: “solo podemos darle una bolsa de alimentos”. Inmediatamente pensé que le iban a decir de todo, pero algunos se pusieron a llorar y otros en su desesperación por el hambre que tenían le preguntaron resignadamente que tenían que hacer para conseguir la bolsa”, relata sobre lo sucedido en una reunión con autoridades municipales.
“Personalmente fue un golpe muy fuerte. Terminé consolándome diciendo: ‘lo importante ahora será no infectarnos’. Pasaron casi dos meses de aquel momento, el diálogo no se cortó y nos siguen escuchando. A pesar que la crisis de la pandemia se acentúa, tuvimos en los siguientes encuentros más diálogos, algunas ayudas a los artistas y ahora estamos en estos momentos hablando de los protocolos de la post pandemia, tanto para artistas como salas”, concluye Canavese.
“La crisis llega a ese punto, de no tener con qué pagar la olla”, dice Álvarez. Y continua: “la gestión (municipal) nos ha ofrecido una ayuda a artistas escénicos independientes, pero no a las salas”, dice.
Álvarez destacó la predisposición para que se larguen créditos desde el gobierno local para el sector, que se pagarían con contraprestaciones de servicios: “no queremos que nos regalen el dinero. Queremos sostener el trabajo nuestro y el de los demás”.
La ayuda gubernamental que no alcanza

La situación financiera de los espacios culturales independientes es crítica. Son decenas los trabajadores de las artes escénicas que sostienen su situación económica mediante las funciones que realizan y los talleres de formación que brindan en las salas.
El Centro Cultural Espacios fue beneficiado por el “Plan Podestá”, un Fondo de Emergencia de 100 millones de pesos lanzado por el Instituto Nacional del Teatro (INT). “Es un aporte que cubre parcialmente las necesidades”, expresa Álvarez. “Ha sido un monto de dinero muy limitado para afrontar una situación que se extiende en los meses. En el Municipio nos dicen que entienden que hasta marzo no vamos poder recibir al público. Y cuando volvamos vamos a tener una dificultad enorme, que es que vamos a poder trabajar con el 20% o 30% de la capacidad de las salas”.
“Necesitamos una política de sostenimiento en este momento tan vulnerable, entendiendo que la vida de las artes independientes circula por estos espacios. Estos espacios existen por la pasión y perseverancia de sus trabajadores y por la comunidad que dialoga permanentemente con las propuestas”, marca Liliana Tasso.
Carlos Canavese opina que “se anuncian hermosas medidas pero en la práctica se hacen muy difíciles de aplicar. Estamos en una época crítica de pandemia pero se piden requisitos como si fuera una época normal: muchos tenemos faltantes porque antes del Covid había cosas que se tenían que ajustar sobre las habilitaciones. Son más los rechazos que las adjudicaciones. Además lo que dan, con la inflación, para las salas hoy es poco. El Estado lo sabe perfectamente, pero no flexibiliza la situación”.
“Vamos a trabajar por mucho tiempo, mucho menos que a media máquina. Sencillamente no lo podemos resistir: los impuestos y tasas municipales las seguimos pagando, si no las pagamos las adeudamos. Seguimos pagando los impuestos provinciales, los servicios tienen el mismo costo que habitualmente. Hay un 60% de las salas que pagan alquiler en la Provincia. Ese alquiler hay que pagarlo, el seguro hay que seguir pagándolo ¿Cómo hacemos para enfrentar esa situación? ¿y los sueldos?”, se pregunta Álvarez.
El teatro de la pandemia

Como otros rubros, el teatro independiente presenta protocolos para la etapa en la que se pueda habilitar la actividad. Los hombres y mujeres de la actividad teatral plantean un trabajo en conjunto junto al Estado para llevar a cabo la nueva etapa.
“Vamos a tener que trabajar en un plan de reactivación y queremos trabajar junto al Estado. Es una situacion muy critica, la entendemos. Se han roto todos los paradigmas. El Estado solo no lo va a poder hacer”, sostiene Álvarez.
“El protocolo que presentamos de salas de San Martín se ajustó a nuestra región y se presentó al Municipio. Aún está en estudio y con la probabilidad que el área de habilitaciones lo apruebe o lo modifique, o quizás, presente algo totalmente diferente. También se hicieron presentaciones y pedidos a nivel provincial y nacional. No obstante ya dividimos la problemática en tres áreas: Las acciones en la pandemia , la transición con protocolo hacia la salida y la salida propiamente dicha, libre de pandemia”, cierra Canavese.