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Si Néstor viviera…

Abogado, periodista y autor del libro “Kirchner. El tipo que supo”, Zorzal Diario entrevistó a Mario Wainfeld para saber cómo llevó adelante el desafío de escribir sobre “un animal político, descomunal y complejo que marcó un antes y un después en la historia argentina”.

La editorial Siglo XXI contactó a Mario en el 2006, para pedirle que escribiera un libro de política. Por ese entonces tenía una gran carga laboral que no le permitía abocarse a la escritura de un libro en particular, tampoco tenía una idea concreta sobre qué era lo que quería escribir.

El 27 de octubre de 2010, tras la muerte del ex presidente de la Nación, el periodista encuentra una pulsión para escribir: “Empecé unos artículos en una quinta, en condiciones flojas técnicamente, porque no tenía ni mis archivos ni mis libros ni mi computadora. Pero comencé a escribir.”

De todas formas el libro no iba a llegar hasta el 2016. En medio de un contexto de aumento de desempleo y precarización laboral, Wainfeld sostiene que una de las cuestiones, secundaria pero parte de la decisión, fue la de motorizar la publicación del libro por creer que él también iba a quedarse sin trabajo. El recurso que utiliza, en su narrativa, es construir una gran crónica a partir de las conversaciones que mantuvo con Néstor durante su mandato. Asimismo, en el camino de producción, fue hablando con otras fuentes. Primarias, como funcionarios del entonces gobierno, secundarias y también revolviendo en sus recuerdos. Pero una de las cosas que más se cuestionó fue pensar acerca de la manera en cómo iba a contar ese “patrimonio de diálogo con Néstor Kirchner informal”, que según él estaba bueno para compartir. 

Fue repasando debates, leyendo libros, volviendo a fuentes, para armar un material que pudiera funcionar como archivo histórico. “Las conversaciones son un capital que yo tenía que lo podía presentar en forma de libro. Pero por eso quería socializar esa información, cómo pensaba ese tipo que estaba ahí, cómo razonaba, cuando se sentía medio paranoico, cuáles eran sus principales preocupaciones, cómo discutía, y las características de un político que te quería convencer todo el tiempo.”

El libro colabora con la construcción de la memoria colectiva, lo cual le permitió ampliar el público de lectores. Al igual que sus columnas semanales en el diario Página/12, algo que hace para poder estar más cerca de los lectores intentando acercarse a un formato radial donde escucha a los oyentes, la publicación del libro tiene al final, el mail del autor. A partir de su primera presentación le llegaron más de 400 correos y “más allá de la generación de mis hijos e hijas -entre 30 y 40 años- y que tienen participación política, me escribieron un montón de pibes y pibas”.

La producción se fue tejiendo a partir de conversaciones con tono de discusión política. Lejos de querer contar la “crisis del Kirchnerismo”, algo que luego muchos periodistas y medios dirían por haberse publicado dos años después de la derrota electoral del mismo, Wainfeld sostiene que el principio que atraviesa las páginas es de plasmar una reivindicación política del protagonista y de su quehacer en sus cuatro años de mandato.

El columnista de Página/12 propone un recorrido del poder de gobernabilidad que construyó Néstor Kirchner, pasando por distintos momentos de su presidencia, desde adversidades, como fue la situación de Cromañón, hasta sus vínculos con el Partido Justicialista, mandatarios de otros países y con su compañera, y sucesora, Cristina Fernández de Kirchner. Repone sobre su mirada económica, de cara a lo que era un país que estaba endeudado con el Fondo Monetario Internacional, como también su posición en relación a los derechos humanos.

Recuerda una conversación con Néstor donde le cuestionaba una de sus notas realizadas para Página/12: “Yo estaba comprando un aire acondicionado, en el dia mas caluroso del año, cuando me suena el teléfono y escuchó una voz que me decía que el presidente quería hablar conmigo, me discutió todo, yo le discutí todo también, pero siempre hacía énfasis en que todo era con reshpeto”.

Describe a ese “tipo que supo” como un militante tímido, torpe e inteligente, que trataba de convencer a todos en cualquier discusión que se le presentara. “Antes de ser periodista, militaba. Entonces para mi, la idea de que el presidente me quisiera convencer, es formidable”, dice Mario. Relata que para él Néstor fue aquel que entendió, no sólo cómo sacar a un país de una crisis, sino que también supo cómo avanzar sobre más espacios nunca antes ganados, aunque sí disputados.

La memoria de Mario Wainfeld, que según él mismo se conserva “intacta”, contiene momentos, fotos y diálogos con quien supo transformar la realidad de millones de argentinos y argentinas. “Mi vínculo siempre fue de periodista a presidente y muchas veces de militante a militante”.

Conserva la alegría por haber podido reflejar, aunque sea un poco, del “mejor presidente que tuvo argentina”.

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