El genocidio sionista contra el pueblo palestino no es un hecho aislado ni un “conflicto reciente”:…
Gatillo fácil: jornada virtual para recordar a Diego Cagliero
Familiares y amigos realizaron una jornada virtual de banderas, fotos y carteles, no solo para recordar a Diego, sino también para mantener vivo el incansable pedido de justicia. Se realizó el domingo 19 a las 20 hs a través de la plataforma ZOOM.

La mamá del joven asesinado, Adriana García, en diálogo Zorzal diario expresó: “Este 19 de abril, nos quedamos en casa. Pero seguimos luchando, para sostener la visibilización del asesinato de Diego Cagliero, mi hijo. Pasaron 11 meses pero a diario vivo su ausencia. Pedimos Justicia, prisión efectiva para Rodrigo César Ezequiel Canstatt, quién a solicitado juicio oral y público. Reclamamos el enjuiciamiento social a todes los que fueron responsables de mentir y especular con la vida de otres, sin medir consecuencias”.
Adriana García extendió su invitacion a “todes los que quieran acompañarnos y reclamar junto a familia y amigos en la plataforma Zoom, con carteles, banderas, fotos, pancartas.”
En todo este tiempo, la lucha incansable de su familia mediante la organización y el reclamo colectivo fue fundamental para que la fiscalía avance en la investigación sobre este caso de violencia institucional.

El caso
El hecho ocurrió el 19 de mayo del 2019, cuando la policía comenzó a perseguir la camioneta en la que iban Diego y sus amigos. Los jóvenes acababan de despedir en el cementerio a un amigo que había fallecido. Fueron perseguidos y encerrados, tras una presunta denuncia de intento de robo en un supermercado chino, en el barrio de Martín Coronado.
Los jóvenes salieron del vehículo con las manos en alto y dos efectivos comenzaron a disparar. Diego murió, mientras que Mauro Tedesco, otro de los chicos, sufrió heridas graves.
Las pericias balísticas y las cámaras de seguridad confirmaron dos datos centrales que comprometen a las fuerzas policiales: las balas que hirieron a Diego y a sus amigos fueron disparadas por los policías de servicio y no hubo ningún disparo efectuado por el grupo de chicos, que estaban en la camioneta con el logo de Aysa.
Los detenidos son el oficial Rodrigo César Exequiel Canstatt, acusado de ser el que realizó los disparos que mataron al joven músico y el oficial Sergio Darío Montenegro, quien también está identificado como uno de los que participó en la persecución y disparó.
La noticia había cobrado notoriedad en los medios basándose en la versión policial, que afirmaba que los chicos habían robado dinero de un supermercado chino de Martín Coronado. Se había gestado la coartada para encubrir el asesinato de Diego pero que no duraría mucho.
El intendente de Tres de Febrero, Martín Valenzuela, se hizo eco de la noticia y felicitó vía Twitter a los agentes policiales por la forma en que resolvieron el supuesto hecho delictivo.
El caso de Diego, como tantos otros casos, se dió en un contexto en que desde el gobierno nacional de turno se avalaba primero disparar y luego preguntar. La ministra de seguridad de ese entonces, Patricia Bullrich, implementó la Doctrina Chocobar, que habilitaba a las fuerzas de seguridad a disparar, omitiendo criterios de precaución que hasta el momento se tenían que aplicar.

Diego era músico, compositor, murguero, trabajador, tenía 30 años, e iba a ser papá. Su hijo nació tres meses después de su muerte.