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IKIAIKA, nuevo disco de Les Manivelles: “Cada canción representa una temática de cómo atravesamos el tiempo, nuestra fugacidad”
El dúo franco-argentino surgido en San Martín, acaba de editar su segundo trabajo donde continúan su indagación en el mestizaje de diversos estilos musicales que han ido apropiándose a partir de la escucha, el estudio y la investigación, pero sobre todo por el deseo, alimentado por una ferviente curiosidad. Élise Maciol y Mariano Alarcón Sturla, recibieron a Zorzal Diario en su casa de San Andrés para charlar sobre los detalles de su nueva obra que a partir de hoy esta disponible en todas las plataformas digitales. Mañana 25 de abril, harán un streaming por Instagram, donde tocaran algunas de las nuevas canciones. El disco será presentado en vivo en el Club de la Música el 24 de mayo.
La mañana de otoño permite que el encuentro se realice en el jardín de la casa de la pareja, rodeado de plantas, árboles y el suave trinar de algunas aves que se entremezclan con los sonidos del tránsito y la calle. Allí mismo Les Manivelles tiene su sala de ensayo, donde fueron apareciendo las diez canciones del nuevo material, que hablan del tiempo y de los elementos que utiliza nuestra conciencia para recorrerlo: el tejido, la madre, la muerte, el amor, el silencio, la luz, la rueda, el transporte, los materiales y el agua. Élise cuenta que “uno de los temas del disco, Bistanclac, es el primer tema que hemos escrito juntos y que no había salido en el primer disco Tiám. Después siguieron viniendo las canciones y se adivina un hilo conjunto, algo en común y de ahí sale un concepto, IKIAIKA”.
El concepto de IKIAIKA hace referencia al tiempo circular, eterno, inmemorial. Es una palabra compuesta de origen finlandés, IKI significa tiempo y AIKA significa inmemorial. “IKIAIKA está inspirado en lo que permanece de la permanencia”, comenta Mariano, “la fugacidad es como un espejo de nuestra propia conciencia. Somos fugaces, pero todo lo demás se marca en un tiempo circular, por eso la tapa es circular y cada una de las canciones tiene un símbolo, y cada símbolo representa una temática de cómo atravesamos el tiempo, nuestra fugacidad”.
Esa primera canción que compusieron habla de unas máquinas que hay en Lyon, una ciudad de Francia: “Son unas máquinas de tejido y Bistanclac, es la onomatopeya que la gente decía que hacían las máquinas. Entonces un poco la idea del hilo, ya estaba desde el principio de empezar a pensar este segundo álbum, después el hilo como materia, pero también el hilo porque esa es la ciudad donde nació la abuela de Eli”, explica Nano, como lo llaman al músico oriundo del distrito.

“Luego apareció otra canción que habla sobre las madres y sobre los perfumes, -Eli hace referencia al tema 8e jour-, es el nombre de un perfume de mi mamá cuando yo era niña, ahí empezamos a flashear la cuestión de todos los hilos: el textil, el narrativo y sobre la palabra mitocondria, que está relacionado: el mito son las historias inmemoriales que el ser humano descubrió para explicar el mundo a su alrededor”.
Mariano continúa hablando después de Élise como si fuera una misma voz hablando desde otra persona: “El disco entero es como una forma de explicarnos a nosotros, no explicarnos nuestra personalidad, sino explicarnos a nosotros cosas. La obra termina siendo como algo que nos ayuda a entender el tiempo”.
IKIAIKA incluye canciones en inglés, latín, español y francés. Hay bossa nova, cumbia, música norafricana, india, zamba, chanson francaise, y hasta un tema a la manera de los antiguos cantos gregorianos.
En referencia a esta búsqueda musical Élise señala: “Lo que nos gusta es lo que nosotros vemos en esos estilos, cómo nos gusta a nosotros usarlos, no queremos hacer una canción de reggae como lo hacen los rastafaris, no queremos hacer un canto gregoriano como si fuéramos monjes”. Élise siente que la búsqueda que llevan adelante es parte de una nueva generación de músicos: “En Francia lo llaman ‘músicas actuales’, no sé si acá llegó ese esa clasificación, un poco nos sentimos pioneros, con otros músiques también, de esa nueva forma de combinar colores, texturas, ritmos, sonoridades”.

“Al fin y al cabo -piensa y dice Nano- lo que nos guía es el deseo de descubrir, de ser parte, de compartir también los descubrimientos con otras identidades y descubrirnos nosotros también. Hay un código de bifurcarse de lo que a mí me están diciendo todo el tiempo, que las cosas duran quince segundos y entre las cosas no hay silencio, como en Instagram que si lo rolas, no tenés un segundo de silencio. Se parece a una ruleta de esas que vas al bingo, pero nunca ganas nada, ganan otros”.
Otro de los temas del disco es Xolotl, que arranca con una frase de David Lynch. Es una canción que habla del uso del plástico que, afirma Nano, “también es un elemento eternal. Nos preocupa la idea de que los dinosaurios que se extinguieron bajo ese meteorito que hizo un efecto invernadero y los asfixió a todos. En cierto sentido es también lo que nos presentan como el final de nuestra especie humana por usar esa energía. Por usar petróleo y plástico en exceso tal vez generamos un efecto invernadero que nos termina asfixiando. ¿Mira si nosotros aparecemos dentro de doscientos años envueltos en plástico como las momias? Ahí empezó a aparecer esta canción que es como un sueño raro”.
Nómades musicales
-Circulan por diferentes continentes y países, ¿cómo ven la realidad social, de acá, pero también de los diferentes lugares donde estuvieron: Francia, Canadá, Alemania? ¿Con qué se encuentran?
M: Lo único que nos afirmamos todo el tiempo es que todos estamos transitando una misma biosfera, un globo del que nada sale. Nos sentimos en un mundo muy grande, pero en realidad es un granito de arena, donde todo está interconectado como esta ascensión de la derecha ahora. Y también ahora hay como un elemento masivo de propagación que es el satélite que tenemos en el bolsillo, que unifica un montón de cuestiones. Ahora hay una cuestión de que todo quiere ser medio igual, normal. Lo normalizado, lo empaquetado, lo replicado una y otra vez. Vemos que hay un cierto interés para que se cumpla eso del another brick in the wall (en referencia al tema de Pink Floyd). Siento que hay una gran fábrica de ladrillos culturales y quieren hacer eso, un gran muro en el cual la gente no pueda saltar del otro lado, un muro brillante y del otro lado no hay nada, el muro de Zuckerberg, algo muy brillante, muy atractivo: las pantallas. Pero del otro lado está la vida.
E: No les interesa la diversidad, les interesa la cultura entretenimiento, les interesa que toda la gente piense igual, como monos, por eso es interesante que cada uno busque pensar diferente, sentir diferente, el mestizaje es interesante. Eso es lo que de hecho hace que como especie humana estemos vivos, la diversidad, si no nos habríamos mezclado estaríamos muertos

M: La música transforma nuestra realidad, nuestros estados de ánimo, es un elemento de transformación. Ese es el objetivo de la música, el objetivo de los artistas: dar cuenta de que la realidad es un ente transformable, más ahora en el pleno momento donde te quieren susurrar al oído que esto siempre fue así y que no va a cambiar.
E: A pesar de que dependiendo los años tenemos bases más acá en San Martín o más en Canadá o más en Francia, nos sentimos los dos bastante nómades, la música fue nómade. Empezó, además también para comunicarse a distancia como los tambores, los trovadores en Francia medieval. Uno de los objetivos de la música es la comunicación y me gusta mucho la idea de ir a otros lados a compartir lo que hacemos, escuchar lo que se hace allá y eso llevarlo con un hilo cuando volvemos acá o a Canadá o a Francia, poder decir escuchen lo que se hace en otras partes del mundo.
M: La música a mí me enseñó el arte de la escucha. Porque vos percibís la música sobre el sonido y sobre el silencio. Es como un entrenamiento, cuanto más escuchas, más escuchas. Sino siempre escuchas lo mismo. La música es el arte de aprender a escuchar, el músico tiene que incentivarse a sí mismo a escuchar porque si no tu instrumento no suena. Vos tocas bien cuando te escuchas bien. El silencio es angustia para la sociedad, ¿Dónde hay silencio? La imagen del silencio es una enfermera tapándose la boca en forma de cruz. El silencio es mortuorio para la sociedad occidental. El silencio es menester de la escucha. No se escucha sin silencio. TikTok o Instagram no te permiten el silencio. Si yo no tendría música estaría liquidado, bajo tierra con una flor, es una llave mágica.
-¿Sienten que haya algo de influencia en la música de ustedes que tenga que ver con estar en San Martín?
M: Todo. Este barrio es muy hermoso porque es un barrio que todavía tiene casas pequeñas como esta. Estudié acá, nací acá. Es como una aldea al fin y al cabo de identificación artística porque hay un montón de músiques que trabajaron en el disco que son de acá.
El presente los encuentra trabajando en ideas para el próximo álbum donde piensan abordar más profundamente el tema del mestizaje, no solo el aspecto musical, que ya vienen trabajando sino también desde las letras, las historias: “Ya tenemos temas y creo que puede ser que se llame Mestizo, todavía no sabemos, está en debate, pero sí que todas las canciones van a estar en esa idea de los elementos del mestizaje, más explícitamente, más en las letras. Al fin y al cabo, esta identidad mestiza tal vez es algo que nos reconocemos, pero que también nos tenemos que ir nutriendo, tal vez puede ser la tesis de toda nuestra obra el mestizaje, como concepto”, asegura Mariano.