skip to Main Content

“La cultura nos incentivó a volver a soñar, nos sacó del inframundo”

Bordeando el camino del Buen Ayre, poco después del Ceamse, se encuentra la entrada al complejo penitenciario de José León Suarez. A 200 metros del primer control, la unidad 46 es la primera de las tres que alberga el establecimiento. Desde afuera se escucha una guitarra y una persona cantar lo que parece una chacarera. Un enrejado con alambre de púas y tres puertas separan la calle principal del espacio común de escuela de la unidad.  Es allí donde, desde el viernes pasado, funciona el primer centro cultural instalado dentro de la cárcel. Lo llamaron “Los pibes crecen” y cuenta con cursos de canto, arte, electricidad, peluquería, guitarra y folklore. “El deporte, el arte y la cultura nos incentivaron a volver a soñar. Nos incentivaron a volver a crecer, aprender y capacitarnos. Nos sacó del inframundo. Como dice ahí, los pibes crecen y tenemos que seguir creciendo”, cuenta Cristian, una de las personas que participa en el Centro Cultural.

Fotografías: Tamara Grinberg

Claudio López, alias “Colo”, es uno de los impulsores del flamante espacio cultural. Para él esta inauguración representa un gran avance en la necesidad de reinsertar a los pibes y generar conocimientos para que en un futuro se traduzca en una salida laboral. “Gracias por dar respaldo a este proyecto, es muy importante porque la mayoría de las personas en esta unidad son de San Martín y que se mantengan en este espacio es muy importante para las familias también” afirma el Colo. 

Una mesa larga con comida y bebida recibe a la gente en la entrada del centro cultural. Mientras una mujer dobla servilletas, suena otra chacarera. Un grupo de invitados se agolpa a la sombra de un palo borracho para combatir el calor. Al rayo del sol se ubican dos guitarristas y el cantante. De fondo, la bandera argentina flamea en la punta del mástil. “Raúl lleva 21 años privado de su libertad y tiene un gran talento” se escucha por el parlante. Comienza a sonar la guitarra, Raúl saca el micrófono del pie y empieza.

Fotografía: Tamara Grinberg

 “Mirada del hombre simple

Temeroso y tan sufrido

Que habla con ruda nostalgia

De las cosas que ha perdido”

La inauguración contó con una muestra de arte de Alejandro Allmen, quien está privado de la libertad en el pabellón seis. Un león, un caballo, flores y el histórico abrazo entre Perón y Evita son algunas de las obras de arte pintadas por Alejandro, con materiales que le trae su familia. Parece tímido y dice que está nervioso porque nunca había mostrado sus obras. Cada persona que pasa a ver sus cuadros queda sorprendida y lo felicita. Él sonríe mientras agacha la cabeza y agradece. 

El espacio de escuela de la unidad tiene un lugar reducido, por lo tanto quienes gestionan el centro cultural hicieron un trabajo en conjunto con el servicio penitenciario para poder articular estos cursos dentro de los pabellones, con el objetivo de que más personas se sumen a los talleres y tengan la oportunidad de adquirir estos conocimientos.  Uno de los objetivos para seguir creciendo es que próximamente, los talleres  de formación puedan darlos personas de afuera para ampliar los temas y los cursos. 

Después del corte de cinta, del que participaron autoridades del servicio penitenciario, el ministerio de Justicia, la Municipalidad de San Martín, organizaciones sociales y la Dirección de Cultura del municipio de José C. Paz, dieron espacio para tomar la palabra. 

En ese sentido, Mario Cruz, miembro del Frente de Liberados Evita, habla sobre la importancia del trabajo que se realiza en este tipo de espacios . “Si vemos un dato del ministerio de seguridad es que el 85% de los detenidos tenían antecedentes penales. Es muy difícil trabajar sobre el pibe que está en cana para que cuando salga no cometa otro delito y lo que ustedes están haciendo acá va en ese sentido. Sabemos que el servicio solo no puede y nosotros solos tampoco podemos, hay que  involucrar a todos y trabajar en común para seguir garantizando derechos. Celebro este inicio y sigamos articulando para seguir creciendo”, expresa Mario. 

A su vez, Cristian que está privado de la libertad en el pabellón nueve, también se muestra agradecido por la oportunidad que se abrió con el centro cultural. “En este lugar durante mucho tiempo nos han dejado no solo encerrados sino que aislados, pero gracias a Dios hoy tenemos una nueva oportunidad. Hay muchos talentos acá, hay dones con los que se puede crecer y reinsertarse, ese es un gran privilegio para nosotros”.

“Tenemos ideas y proyectos -continúa Cristian- para seguir hacia adelante para seguir otro camino, un camino nuevo, un camino de inclusión. Las personas podemos cambiar, no solamente nuestro camino sino también nuestra mente y lo que se siente desde el corazón para construir algo nuevo. No solamente para nosotros sino también para nuestras familias”, concluye. 

Fotografía: Tamara Grinberg
Back To Top
×Close search
Search