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Se celebró la novena edición del Veredazo: una multitud disfrutó del ciclo musical de la Biblioteca Alberdi
Banderines de colores cruzan la cuadra, que poco a poco, bajo un sol tremendo, se va llenando de gente. Muchas personas entran y salen por las puertas abiertas en Riobamba 2675, donde se ubica la Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi. Sobre la vereda opuesta una feria de artesanos atrae las miradas. Sobre la calle están dispuestas sillas y un escenario. Luego de una pausa de dos años por la pandemia, la 9º edición del Veredazo ya está en marcha.
Familias con bolsas con termos, mates y algo para merendar, gente que llega en bicicleta, otros que vienen caminando desde lejos. Las sillas frente al escenario ubicado en el medio de la calle se van ocupando. El sol ardiente va dando lugar a las sombras de los arboles de la vereda que refrescan un poco el espacio, junto a una suave brisa, mientras la tarde toma color. Amaina el calor exasperante que desde temprano calienta el asfalto. La alegría se encuentra en cada lugar de la cuadra, en las caras se dibujan sonrisas y gestos de felicidad.
Niñeces divirtiéndose y corriendo por todos los recovecos del festival; jóvenes y adultos compartiendo cervezas, sanguches, charlas y risas; adultos mayores sentados en las sillas disfrutando de la fiesta, bailando folklore al pie del escenario; niños y niñas, jóvenes, adultos, todos y todas saltando y bailando, haciendo pogo. Es una realidad: volvió el Veredazo a San Andrés.


Para Denise Reinoso, miembro de la Comisión de la biblioteca y parte del grupo organizador de los ciclos musicales, el Veredazo “es para el barrio y para San Martín en general, el evento más trascendental desde lo cultural, porque es gratuito, abierto y representa lo que todos pensamos que es la cultura popular”. En dialogo con Zorzal Diario, Denise destaca también que “lo que sí hacemos con el Veredazo, que quizás es el rasgo distintivo, es el habito de ocupar los espacios públicos, y justamente recuperar estos espacios que nos pertenecen y hacer uso porque son nuestros”.
Sobre el escenario
“Son de acá” fue la primera banda en subir al escenario. Poco a poco fue contagiando a la gente con su ritmo, logrando que a pesar del calor, los cuerpos se empiecen a mover con su música. Cecilia Pelledo, cantante de la banda se mostró muy emocionada luego del show y confesó que este día “lo estábamos esperando mucho porque hace dos Veredazos que queríamos tocar y por diferentes cuestiones no pudimos. Es nuestra familia ‘la Biblio’ y lo queríamos habitar”.
Luego llegó el tiempo de la poesía con las lecturas de Pamela Neme Scheij y Divina Dafne. Primero fue el turno de Pamela, quien subió al escenario para leer poemas de su reciente libro “Si el incendio fuera total”. Pero lo suyo no fue sólo leer, sino que fue ponerle el cuerpo a la interpretación, con una voz decidida y unos textos movilizadores. Luego vino Dafne, docente de escuela secundaria, quien previo su lectura, con textos que dialogaban con los clásicos, hizo una performance donde entabló un diálogo con el público.
A su turno, “Negras Confusas” emocionaron a la multitud con sus canciones. “Somos las nietas de todas las brujas que nunca pudieron quemar”, cantaron en un momento las tres jóvenes, Maru Taqui, Lucia Restelli y Laura Montalbetti. “Le gritamos al patriarcado que se va a caer y las invitamos a que se sumen y canten con nosotras”, dice Laura al terminar el show. El trío se mostró muy feliz de haber podido “compartir el espacio: un espacio autogestivo de San Martín, independiente”, según afirmó Maru, quien además contó que el repertorio “lo elegimos especialmente para mostrarlo en el barrio y porque también faltan las palabras de muchos”.
Los raperos de Emcikre arrancaron con su flow al atardecer, cuando ya la calle estaba cubierta por una muchedumbre hasta casi la esquina. El cambio de luz daba lugar a las primeras estrellas en el cielo. Luego de un poderoso show, en el que gran parte del publico bailó y cantó al ritmo del hip hop, Markus, uno de los dos cantantes de la banda, expresó: “Es difícil expresar con palabras lo que el Veredazo genera. El que quiera saber lo que sentí, el próximo se viene y lo vibra como nosotros. Pero si es una palabra es amor, alegría. Estamos muy contentos de poder ser parte de esto”.

Para cerrar este inolvidable Veredazo estuvo No Caduca. La emblemática banda de San Martín, que pese a estar separada desde hace un tiempo, se unió para volver a tocar en el festival popular de que organiza la Biblioteca Alberdi, bastión de la cultura independiente del distrito.
Facundo Castro, vocalista de la banda, ingresó al escenario con un mochila y un pañuelo le cubría la mitad de la cara, como si viniera desde muy lejos. Fue dando unos pasos en el escenario, hasta dejar la mochila, quitarse el pañuelo y por fin saludar al publico presente: “Esto fue, es y será, No Caduca”. La gente estalló y llegó a su máxima temperatura al calor de las canciones de la mítica banda, que hizo bailar a todos mientras la noche ya cubría el cielo.


Luego del show, Facundo compartió unas palabras con Zorzal Diario. “Qué bueno que me agarran ahora que recién bajo -confesó- porque tengo bocha de sentimientos, de sensaciones, más que con los chicos no estábamos tocando más. Volvimos para esto. Este es el lugar que podía juntarnos, por esto que pasó hoy. Este es nuestro espacio, es importante poder defenderlo. Vinimos a cortar el pasto temprano, acá se mantiene el arte desde otro lugar”.
