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Fede Zuchi grabó su primer tema: “Me interesa que la música trascienda a quien la hizo, lo importante es la canción”
Fede Zuchi acaba de lanzar su primer tema Era el chiste, no el chasco. Luego de recorrer durante varios años todos los lugares del distrito con su música, es la primera vez que el músico de San Martín graba un tema. El 19 y 20 de Noviembre se presentará en el Festival Pep, en Mar del Plata.
Fede Zuchi tiene 25 años, pero aparenta haber vivido muchos más. En su rostro joven y su pelo colorido pareciera haber pistas de algo antiguo, una suerte de aire de mucho tiempo atrás. Quizá su sensibilidad le proporcione una sabiduría que vuelca en sus canciones, en su vitalidad, en sus ganas por concretar sueños. Desde diciembre de 2017, cuando arrancó su recorrido solista, esperaba cada fin de semana con ansia de salir a compartir sus canciones. Donde y cuando podía, tocaba. La Bemba fue su principal guarida, y no paró de sumar noches a su voz.
Ese camino lo llevó a comprender que quería seguir por el camino de la música, y llegó el momento de convertir a Era el chiste, no el chasco en su primer tema grabado: “Esta experiencia fue diferente, porque ya no era sólo la guitarra y la voz, hubo que crear todo el acompañamiento. Lo que a mí me interesaba era que trascienda a quien la hizo, lo importante es la canción”.

A partir de instancias como el colectivo de artistas “Música&Sillones”, que se formó en la pandemia, de todas las movidas y los intercambios que hubo entre muchos artistas, y del surgimiento del Movimiento Musical de San Martín; Fede sintió el impulso de grabar algo para mostrar, y prepararse para “afrontar este camino de música, y pensarme como artista independiente”, cuenta y reflexiona, “con la vorágine de tocar todos los fines de semana, no me detenía a pensar sobre lo que estaba haciendo. Estaba todo el tiempo con la guitarra encima”, dice el músico.
Mientras habla, Fede mueve sus manos y un anillo que lleva en uno de sus dedos se suma al zarandeo. Una fina cadena brilla sobre su pecho. Con su mano izquierda se arremanga el pullover, y deja ver en su antebrazo derecho el tatuaje de una rayuela que culmina en el número 8, de color rojo, antes de llegar al Cielo: “Cuando empecé a tocar en lugares no creía que lo que hacía pudiera conmover. Pero había personas que lloraban, o me decían que los había hecho sentir bien. Entonces me dije: ‘Esto es más grande de lo que estoy entendiendo’, y empecé a tomarlo con esa responsabilidad. Hay canciones que te pueden educar, canciones de Charly, de Fito, de Calamaro. A mí me educaron. Y eso es muy grande.
Más allá de la música, a Zuchi le interesa una forma de mirar y de relacionarse con los demás: con las cosas, con las emociones, con lo sensible, con lo expresivo. Su humanidad desborda fe. Su relación con la música arrancó desde muy chico, en su casa, donde se escuchaba y se hacía música. Su tío, Juan Rodríguez, fue baterista de Sui Generis; y junto con su padre, músico también, generaron un ambiente musical donde Fede se crió y fue desarrollando sus primeras nociones. A los dieciséis ya se colgó la guitarra y empezó a tocar, a componer. Armó una banda con amigos, que luego desarmó, y siguió solo.

Cómo se construye un artista
Sus ojos parecen haber capturado la intensidad de sus vivencias y lo transmiten mientras habla, queriendo contar todo, abarcar todo, buscando las palabras, los nombres. No quiere olvidarse de contar nada de cómo fueron sus pasos, su búsqueda, en el camino de artista que elige para su vida.
Fede Zuchi tiene claro que la música es algo de lo que no puede escapar. Varias veces intento dejar de hacerlo, pero siempre se encontraba volviendo a tocar. Alguna frase o idea que le surgía lo invitaba a componer y terminaba cantando otra vez. Por eso afirma que hacer arte es una condición para él, una forma de vivir.
“Si no lo siento me cuesta muchísimo cantarlo, por eso siempre hablo de cosas que viví, de cosas que sentí. Me pasó cuando tocaba Zamba para olvidar. Lo sentía, no es que lo actuaba. Ahora ya no lo puedo tocar porque no me siento así, no quiero olvidar a nadie”, confiesa el músico.
El joven compositor recuerda de forma emotiva como de chico, la melodía de un tema de Mambrú, lo deslumbró: “Después entendí que había un montón de gente trabajando atrás, pero la melodía era perfecta. Siempre me gusto el Pop: Babasónicos, Cerati. Estaba siempre jugando a los jueguitos en el Family, a la pelota en la calle, que todavía se podía o mirando Mtv, no hacía otra cosa. Y escuchaba mucho rock and roll del lado de mi familia: Elvis. Pero siempre a mi gusto mas Chuck Berry, eso es rock and roll de verdad”, revela Zuchi.
“Lo que más me gusta del rock es la actitud. Creo que ahora el rock esta mutando y va a seguir su camino, hay que rapearlo, gritarlo, cantarlo, denunciarlo. La actitud es la misma. El Trap es otra cosa, algo más superficial, que está bien también. Pero el Rap sigue en esa esencia de denunciar y tiene mucha fuerza hoy porque es la voz del pueblo y cualquiera lo puede hacer. Está de moda. Lo respeto porque es una expresión, pero nada es tan conmovedor como la poesía. A mí lo que me gusta es la letra”, confiesa el artista.
Canciones sacadas del cajón
Federico viene de una familia de músicos. Además de su tío, “muchos son músicos, por no decir todos” dice con complicidad y continúa, “Yo no soy tan virtuoso, de quedarme horas y horas con la guitarra. Me gusta salir a caminar, a ver qué pasa. Observar y después escribir. Con las melodías tengo un tema particular: nunca siento que soy yo el que las hace. Están en todos lados. Lo que uno hace es un armar un rompecabezas de cosas que escuchó. No me las puedo adjudicar”.
A través de un subsidio del Fondo Nacional de las Artes, el músico pudo bancar la grabación de Era el chiste, no el chasco, grabado en Wess Under Studio por Sebastián Pennella. El tema fue elegido según su autor por ser el más “simpático” entre los de su repertorio, buscando un “sonido moderno, con baterías pasadas por un montón de compresores”, explica Zuchi y comienza a realizar con su propia boca los sonidos con los que describe a las baterías programadas. “En un principio iba a tocarla Juan Rodríguez, que es mi tío, que tocó en Sui Generis, Polifemo, con Pappo. Pero justo estaba en varios proyectos y no pudo”, cuenta y se sonríe, como durante casi toda la charla.
El tema era de los que “también tenía más claro que quería”, arranca a contar y se explaya sobre cómo fue grabando sus guitaras, sus arreglos (algunos inspirados en Hendrix), pasados por pedales, con efectos, y asi ir buscando el sonido que, finalmente, encontró y que era el que quería: “logramos transmitir las sensaciones”, concluye el músico sobre los días de grabación.
Pero más allá de lo que puedan aportarle los sonidos de las maquinas, Fede Zuchi es con la guitarra. Lo demuestran sus presentaciones, donde se lo ve solo cantando con su guitarra colgada y también su primer tema grabado, donde su guitarra tiene gran protagonismo en la canción.
La pandemia lo llevó a bajarse de los escenarios y eso es algo que hoy le cuesta, además de los protocolos, por una cuestión más intima, ligada a la exposición arriba del escenario: “Después de tanto tiempo, es raro. Antes miraba mucho a los ojos cuando cantaba. Las últimas veces me costo, miraba para abajo. Pero hay que creer, si uno no cree en lo que hace, no hay caso. Y es lo más difícil, porque depende de uno. El fin de hacer canciones no tiene que ver con la masividad o esas cosas, creo que lo que hay que entender es que la música es música y ya”, sentencia y sube sus ojos hacia arriba como buscando algo invisible que le bride la palabra que exprese lo que siente. No la encuentra y baja la mirada para decir: “No hace falta entender todo, todo el tiempo”.
Movimiento Musical de San Martín
El distrito es un gran foco cultural del conurbano. Cientos de artistas, no solo músicos emergen de la escena cultural del municipio. Zuchi se refiere a esto: “Siempre fantaseo con la idea de la trova sanmartinense, porque lo veo. Me parece qué lo que pasa acá esta bueno en serio. Hay mucha gente que lo viene queriendo hace mucho tiempo, se viene imaginando hace mucho esta movida que está emergiendo en San Martín. Hace muchos años que se viene gestando, desde antes que yo naciera, y eso hace que hoy haya más de dos mil artistas registrados acá en el distrito. Y hay muchos más. El Club de la Música ayudó y ayuda mucho a que esto sea. Yo fantaseo con que sea nuestro Cemento”.

El futuro de Fede sigue como comenzó: tocando siempre que puede. Los días 19 y 20 de Noviembre se presentará en Mar del Plata, en el “Festival Pep”. Pero también seguirá realizando grabaciones. Pronto arrancará a grabar un EP acústico con varios de los temas que tiene en Soundcloud: “Algo bien minimalista”, afirma, “y después, me voy a ir de viaje”. El músico planea partir al Norte de nuestro país. Desde Jujuy intentará seguir subiendo, acompañado de su guitarra y con la intención de brindar shows a lo largo del camino: “Me voy con mi compañera y con algunos amigos, en el momento iremos viendo cómo. La idea es hacerlo entre seis meses y un año”, dice mientras se baja su camiseta blanca y muestra las letras de un tatuaje en el cuello, debajo de la nuez. Forman la palabra libertad. “A ver si no me asusta”, suelta con una sonrisa: “Quiero probar como me siento en otro lugar, dependiendo sólo de mí. Si tengo que dormir en una plaza no sé, lo haré. Espero que no, tengo mis herramientas”.