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Espacios culturales de Villa Ballester resisten ante la segunda ola del coronavirus

El cierre de las actividades, debido a la segunda ola de casos de Covid-19 decretado por el gobierno nacional, le dio un nuevo golpe a los espacios culturales. Zorzal Diario dialogó con Omar Álvarez y Silvia Biscione (Centro Cultural Espacios), Liliana Tasso (Centro Cultural Pavlova) y Blas Bonardi (Club de la Música), gestores culturales de San Martín. “La pandemia deja al sector muy herido porque primero hay que desandar el miedo y luego volver a construir con lo que quedó, con una actividad absolutamente bombardeada y sin recursos”, afirmó Álvarez. 

Villa Ballester es el epicentro de una nutrida actividad cultural. Los espacios de gestión independiente son parte del paisaje y uno de los lugares donde con los vecinos y las vecinas generan vínculos, intercambios y crean comunidad. Los centros culturales, sus gestores y los variados colectivos de artistas que se forman y desarrollan en diferentes actividades en San Martín, conforman la identidad local.

Desde el inicio de la pandemia del Coronavirus, y las consecuentes medidas restrictivas en las actividades sociales, los espacios donde se desarrollan actividades culturales debieron cerrar sus puertas y readaptar su funcionamiento. “Fuimos reconfigurándonos de forma virtual, como todos los trabajadores de la cultura, y pudimos sostener el diálogo con la comunidad a través de las plataformas virtuales. Renegamos con ellas pero fueron el único vínculo posible con la comunidad y sirvieron para eso”, contó Liliana Tasso, del Centro Cultural Ana Pavlova.

Liliana Tasso, Centro Cultural Ana Pavlova

La etapa de Distanciamiento Social, decretada a finales del 2020, permitió que las actividades volvieran a ser presenciales. Para los espacios culturales esto significó un desafío: poder cumplir con los protocolos correspondientes. Silvia Biscione, del C. C. Espacios, explicó que en ese momento, ante la dificultad para desarrollar sus actividades presenciales, al estar prácticamente sin actividad, tuvieron que pensar cómo adecuar el lugar, ya que no era posible volver a la actividad como habían cerrado en marzo del año pasado. «Había que pensar cómo abordar este año con todas las refacciones que necesitábamos”, reflejó.

El Club de la Música debió mutar su actividad a lo gastronómico para poder sobrevivir. Blas Bonardi, expresó: “Mutamos nuestra esencia, que sigue estando en lo que hacemos gastronómicamente. Nuestra fuente de ingreso principal pasó a ser la cocina, cuando antes nuestra actividad era la música. Lleva un montón de tiempo y de trabajo aprender un oficio nuevo”. 

Omar Álvarez sostiene que el sector  se encuentra “muy herido”. Durante la pandemia han recibido ayuda del gobierno nacional que ha servido para “sobrevivir”, pero aun así las deudas “ se siguen acumulando”. Al respecto, Tasso comentó: “Artistas que yo conozco del Pavlova, con años de trayectoria, tuvieron que salir a repartir pizza o hacer cualquier tipo de trabajo para poder comer”. 

“Muchos artistas sintieron que no podían sobrevivir durante el año pasado y dejaron la actividad con la decisión de no volver- añadió Biscioni- Es tan doloroso construir una carrera artística. Algunos habían abandonado algún trabajo en su momento para dedicarse a lo artístico y quedaron en el abismo. Después ya no pueden volver. Es muy doloroso para la comunidad artística esas pérdidas que son muy valiosas”. 

La ayuda por parte de los distintos niveles del Estado ha sido escasa. Se destacan programas como el Plan Podestá, Reactivar Escenas y el Punto Cultura. “Las respuestas que hemos tenido han sido relativas. Se destacan los esfuerzos que ha hecho el ministerio de Cultura y el Instituto Nacional del Teatro, fueron quienes mejor han comprendido lo que necesitaba el sector. Los artistas quedaron muy colgados”, confirmó Álvarez. 

“Hay una deuda provincial enorme respecto a la cultura . Me llama mucho la atención la nula ayuda que hubo para espacios culturales por parte de la provincia de Buenos Aires”, afirmó Bonardi sobre la gestión bonaerense. El «Fondo Especial Municipal para la Reactivación Cultural y Turística», no tuvo el impacto anunciado por Axel Kicillof en dos oportunidades. 

“En San Martín se repartieron los recursos entre más de 40 instituciones, cuando en espacios culturales no somos tantos. Incluyeron los espacios municipales, a pesar de que estos tienen otra realidad. Era un criterio opcional si se tomaba el 25% para eso. Es todo una decisión: el 75% se repartió entre clubes y vaya a saber, porque nunca vimos los listados”, remarca Álvarez. 

Omar Álvarez, Centro Cultural Espacios

Promesas incumplidas, sin reuniones y el anuncio de un Centro Cultural Municipal en plena pandemia 

Desde la gestión municipal de Fernando Moreira hubo una promesa al sector de que serían eximidos de abonar las tasas municipales durante la pandemia, cuestión que no se cumplió hasta aquí. “Nos mandan mensajes diciendo que podemos acceder a pagar las tasas adeudadas en 36 cuotas. Yo no puedo seguir acumulando deudas, porque sino el Estado es el que te empuja a que te caigas de la cornisa”, subraya Omar Álvarez.  “Sería bueno la eximición de tasas, ya que venimos de un año sin actividad cultural. Podría ser un buen gesto de la municipalidad condonar la deuda del 2020 y eximir todo el 2021 a todo el arco cultural”, agregó Blas Bonardi. 

Desde las salas de teatro y espacios culturales del distrito le solicitaron una reunión con el jefe comunal, al cual todavía no pudieron acceder: “Desde febrero estamos esperando”, continuó Alvarez. El anuncio de un Centro Cultural Municipal de las Artes en Ballester cayó muy mal en el sector. Afirman que se enteraron por los medios de comunicación de la flamante noticia. 

“Se anuncia una inversión de 120.000 millones de pesos para la construcción de un centro cultural en Ballester y el intendente dijo que porque no había oferta cultural en esta localidad”-señala Omar Álvarez-. “Nadie puede estar en contra de que el Estado construya un espacio cultural. Siempre vamos a estar a favor de eso. En este contexto nos queda la duda de si era oportuno, si era el lugar y la manera”.

Según comentaron, la situación cambió con el traspaso de mando -de Katopodis a Moreira- donde había charlas estrechas sobre el rumbo que tendría el espacio. “En charlas con Katopodis nos dijo que iba a ser un centro de convenciones y además se comprometía a desplegar políticas de fomento para la cultura independiente. Hubo un giro con el cambio de figura en la intendencia o un cambio en las políticas que no conocemos”, precisó Liliana Tasso. 

Blas Bonardi coincidió en celebrar la apertura de un nuevo centro cultural, ya que “puede dar trabajo a artistas del distrito”. Aunque subrayó que le parece “gravísimo” que el intendente haya dicho que en Ballester no había oferta cultural. “Es un desconocimiento total decir eso sobre el barrio que más cultura tiene en todo el partido de San Martín. Habría que hacer otro en Suárez de la misma índole y con el mismo presupuesto. No se si hace falta un centro cultural en esta zona” finalizó Bonardi. 

Por último, Tasso, indicó: “Somos un sector muy especial el que se ha convocado en San Martín. Es un capital cultural que no todos los municipios tienen. Venimos trabajando hace mucho la propuesta de que se generen políticas de fomento específicas teniendo en cuenta este capital”.

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